Misiones
Familia de San Pedro fue reconocida por su trayectoria solidaria
En la noche de ayer jueves, la familia Cunha-Montero de San Pedro fue reconocida por el Concejo Deliberante, por el proyecto solidario que lleva de manera voluntaria y a pulmón desde hace diez años en favor de los niños y niñas del barrio Santa Rosa y zonas aledañas. La declaración de interés municipal a esta iniciativa que lo llaman «Grupo familiar todos felices» y el diploma de honor es una manera de reconocer la empatía y reivindicar el lado solidario de los sampedrinos.
El SOS del barrio Santa Rosa fue el espacio elegido para hacerle una sorpresa a este hombre, a este vecino, a este trabajador del municipio que con mucha endereza, todos estos años, realiza el Día del Niño; un agasajo para los más pequeños desde su humildad, pero con enorme amor, con el apoyo de sus parientes, vecinos y amigos, transforma el playón del barrio en un espacio de celebración, con juegos, chocolate caliente, pan dulce y sorteos a más de 200 niños.
El proyecto para declarar esta iniciativa solidaria de interés municipal fue realizado por Joaquín Ríos, presidente de la comisión vecinal de dicho barrio, y fue aprobada por el cuerpo deliberativo. Ayer realizaron entrega de la ordenanza y el diploma de honor a la familia; momento que se vivió con mucha emoción.
Además de integrantes de la familia, estuvo presente el presidente del Concejo Deliberante, ingeniero Claudio Yarmuzko, el secretario Enrique Grün y el impulsor del proyecto de ordenanza, Joaquín Ríos, quien en diálogo con El Territorio señaló al respecto «Son un grupo familiar, me parece algo muy bueno, muchos aprendimos de ellos, de su ejemplo, queremos pregonar esto de la voluntad, de juntarse para hacer algo por el otro» dijo y destacó «Es algo importante para nuestro pueblo y una iniciativa que nació con mucha humildad solo que se tornó algo enorme simplemente porque lo hacen con amor»
Grupo familiar todos felices, ejemplo del que se apropia la nueva generación
El proyecto comenzó debajo de un garaje donde Antonio Cunha guardaba su camioneta. Primero con su esposa Yolanda Montero, luego se fueron sumando sus familiares tanto por parte de ella como por parte de él. «Con una olla de chocolatada, unos pancitos dulces para los niños el empezó, cada año sus ganas fueron más grandes, se sumaron familiares y la fiesta creció, ya los años siguientes hicimos con sorteo de juguetes, bolsitas de golosinas, todo con el aporte de la familia para que en cada edición ofrezcamos algo nuevo y diferente para los niños» contó Yolanda Montero.
El año pasado confeccionaron el traje con TNT para el primer payaso, este año una de las tías fabricó el atuendo para cada integrante del grupo, lo que le aportó un tinte colorido y alegre a fiesta tan especial. Con mucha emoción y orgullo, contaron que se sumó la segunda generación de la familia los hijos, sobrinas y primos.
En estas diez décadas de trabajo siempre lo hicieron en silencio, sin hacerlo público, sin pedir donaciones. Recién el año pasado y este pidieron colaboración para hacerle frente a los costos que significa organizar un festejo para unos 200 niños, y fue cuando el proyecto se tornó de conocimiento público y con ello llegó la declaración de interés municipal que fue toda una sorpresa que, así como reconocer puede ser una herramienta que los respalde al momento de pedir ayuda para tal fin.
En ese sentido Yolanda se mostró emocionada y la energía de la familia se multiplicó para seguir adelante con tan valiosa causa «Nos sorprendió este reconocimiento, siempre hacíamos a pulmón solo que las cosas aumentaron bastante por eso pedimos colaboración» dijo y reconoció que «Este reconocimiento es muy lindo. Estamos muy felices de tener una segunda generación del grupo. Así le enseñamos a ser solidarios y ayudar a los niños que necesitan».
Antonio y Yolanda, no dejaron pasar la oportunidad para agradecer «Estamos muy agradecidos con Celina, promotora de Salud, Plinio Ferreyra de Farmacia Itatí, agradecemos a todos por el reconocimiento, a los del Concejo y a Joaquín que nos apoya» coincidieron.
Al hacer referencia a qué significa este proyecto en sus vidas, no lograron contener la emoción «Lo más lindo es tener a mi madre, mis tías, hijos, a mi esposo, a toda la familia que es muy unida compartiendo la misma felicidad y las mismas ganas de sacarle una sonrisa a los niños que más necesitan» concluyeron.
Este año, el festejo no se quedó en el barrio, con mucho esfuerzo reunieron los recursos y viajaron a paraje Mondori de Pozo Azul, donde realizaron una hermosa fiesta para los niños de esa zona rural.
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