La inteligencia artificial (IA) está despegando en India. El país ya es el segundo mercado más grande para OpenAI, cuya herramienta ChatGPT cuenta con 700 millones de usuarios activos en todo el mundo. Anthropic, otra startup de IA, también considera a la India como su segundo mercado más grande por uso. Eso refleja no solo la enorme población de la India, sino también su apetito por la nueva tecnología. Según la consultora Boston Consulting Group (BCG), el 92% de los trabajadores de oficina indios usan habitualmente herramientas de IA, frente al 64% en Estados Unidos. A diferencia de los países ricos, una gran mayoría de los indios cree que los beneficios de la IA superan sus riesgos.
El entusiasmo se ha visto impulsado por las tácticas de “blitzscaling” de las firmas de Silicon Valley. OpenAI vende el acceso a su chatbot en la India por una quinta parte del precio de su plan más barato en EE.UU. Grok, de la startup xAI de Elon Musk, cuesta una cuarta parte de su precio en EE.UU. Perplexity, una joven empresa de IA generativa, ha ofrecido su servicio gratis durante un año a los 360 millones de usuarios de Airtel, un gran operador móvil indio.
Sin embargo, incluso en la India, el auge de la IA genera ansiedad. La tasa de desempleo juvenil se sitúa en el 16%. Los empleos en manufactura han crecido mucho menos de lo esperado, en parte por el avance de la automatización, una tendencia que la IA amenaza con acelerar. El trabajo de oficina también empieza a verse inestable. Tata Consultancy Services, la mayor empresa india de servicios informáticos, anunció recientemente que recortará 12.000 empleados para estar “preparada para el futuro”. El banco de inversión Jefferies prevé que otras firmas sigan el mismo camino.
Un segundo temor es la dominación extranjera. Algunos responsables políticos e inversores indios temen que el país termine dependiendo de productos y servicios de IA controlados por empresas extranjeras. Decidido a no quedarse fuera de la carrera por los modelos, el gobierno ha recurrido a Sarvam AI, una startup local, para desarrollar el primer modelo fundacional propio de la India.
Estos temores son comprensibles. Sin embargo, la India puede ganar mucho más adoptando la IA que resistiéndose a ella. Muchos de los beneficios de estar abierta a las empresas tecnológicas globales ya son evidentes. La red de pagos del país, que procesa alrededor de 700 millones de transacciones diarias, está probando el uso de IA para detectar fraudes en tiempo real. Podrían surgir transformaciones aún más profundas: asistentes de IA podrían ayudar a paliar la crónica escasez de docentes y médicos en la India.
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La dependencia del exterior también es menos problemática de lo que parece. Es cierto que la India no crea los modelos más avanzados ni los chips de IA más rápidos. Pero sus empresas pueden innovar de manera distintiva, convirtiendo la IA en productos y servicios líderes a nivel mundial. El país tiene la segunda comunidad más grande de desarrolladores en GitHub y un enorme mercado interno donde gigantes globales y empresas locales compiten codo a codo. Eso les da tanto el talento como el terreno de pruebas necesarios para crear servicios accesibles y prácticos que hagan exactamente lo que la gente común espera de la IA.
De hecho, los usuarios indios ya están influyendo en la evolución de los modelos de IA más populares. La voz, y no el texto, ha emergido rápidamente como la forma dominante de interacción con estas herramientas, en parte porque algunos usuarios tienen dificultades para leer. Las empresas indias son especialmente hábiles en diseñar servicios para audiencias diversas.
India Stack—la plataforma digital india para identificación biométrica y pagos—ya se ha convertido en un modelo para otros países. Los productos potenciados por IA podrían ser la próxima gran exportación de este tipo: innovación frugal y escalable, ideada en la India pero adoptada en todo el mundo en desarrollo. El camino de la India no se parecerá al de Estados Unidos ni al de China, pero podría resultar igual de trascendente. Para miles de millones de personas en países pobres, la forma que adopte la IA podría depender de lo que ocurra en la India.