El Observatorio de Prevención del Narcotráfico (Oprenar) manifestó su preocupación por “el avance de las organizaciones criminales vinculadas al narcotráfico y a otras vertientes del crimen organizado”. Y en un comunicado de prensa, esa institución de la sociedad civil señaló que “el aberrante triple femicidio ocurrido en Florencio Varela no es más que una clara muestra de la grave situación que atraviesa nuestro país”.
En ese texto, el Oprenar indicó que “las autoridades públicas y gubernamentales deberían fortalecer estrategias tendientes a mejorar la situación actual con respecto al avance del narcotráfico”.
En esa línea agregó, que “el documento titulado ‘Lineamientos básicos para la implementación de políticas públicas sobre el consumo de drogas y el narcotráfico’, firmado por todos los partidos políticos en diciembre de 2013, establece que las políticas públicas se deben orientar de manera clara a desalentar el consumo de droga”.
La entidad, que desde hace años lleva adelante campañas para alertar sobre la penetración narco en nuestro territorio, afirmó en el comunicado de prensa: “Por eso, instamos a las autoridades competentes a tomar medidas urgentes. Una vez más, el Observatorio de Prevención del Narcotráfico reafirma su compromiso y convoca a toda la sociedad civil para enfrentar de manera efectiva este flagelo”.
El Oprenar monitorea el avance de las políticas públicas integrales para prevenir el narcotráfico en el país, al tiempo que promueve acciones de toma de conciencia social en torno a la problemática de las drogas y la necesidad de su prevención, tanto desde la oferta como la demanda.
Es una organización que agrupa los esfuerzos de universidades privadas, academias y sindicatos, entre otras instituciones de la sociedad civil.
La posición de la Iglesia
Antes de conocerse la declaración del Oprenar, la Iglesia había emitido también un duro mensaje al denunciar que “grandes zonas han quedado liberadas a merced de mafias narcos”.
“Vemos con preocupación y dolor que la retirada del Estado abre paso al avance del narcotráfico, que ocupa ese lugar vacío y se convierte en una suerte de Estado paralelo, en el que los narcos ofrecen a los jóvenes una vida corta, pero aparentemente mejor, y esto a cambio de su dignidad, su libertad y, muchas veces, su vida”, dice el documento de la Conferencia Episcopal.