En la noche inaugural del Mundial Sub-20 se vivió un momento especial entre Gabriel Boric y Matías Fernández. En un pasillo del estadio Nacional, antes del cerrado 2-1 de la Roja a Nueva Zelanda, el presidente de Chile le mostró su admiración -y algo más- al ex jugador que nació en la Argentina y que hizo sufrir a la Albiceleste.
El momento capturado quedó para el recuerdo: Boric hizo una reverencia hacia Fernández, lo abrazó con afecto y le agradeció públicamente por el legado futbolístico que ha entregado al país. En sus redes sociales, el mandatario escribió: “Tremendo el Mati Fernández! Gracias por ese penal perfecto en la final inolvidable de la Copa América contra Argentina. Y por las rabonas que eran para jugar mejor y no para cancherear”
Pero más allá de los elogios, hubo una anécdota futbolera que generó sonrisas: Boric le confesó que, al pisar la cancha del Estadio Nacional el día anterior, intentó emular aquel penal mítico que Fernández ejecutó contra Argentina. “No la puse exactamente en el mismo lugar, pero llegó cerca”, admitió el presidente entre risas. Fernández respondió con humildad y curiosidad, preguntando si realmente lo había hecho bien.
Boric, presidente de Chile.
EFE/ Alberto Boal
El encuentro no solo fue un gesto simbólico de reconocimiento, sino también un espejo al pasado glorioso. De inmediato, la conversación rememoró uno de los hitos más celebrados del fútbol chileno: ese penal que Fernández ejecutó en la final de la Copa América 2015 frente a Argentina. En aquella definición Fernández abrió el camino hacia el título con un disparo potentísimo, colocado con precisión quirúrgica, que fue catalogado por muchos como el “penal perfecto”.
Ese gol significativo aún vive en la memoria colectiva, y Boric no dejó pasar la oportunidad de mencionarlo con más de una lágrima de orgullo.
Según confesiones posteriores de Fernández, ese penal no había sido su tiro designado originalmente: Arturo Vidal estaba programado para patear primero, pero Fernández solicitó la oportunidad y se le concedió. “La idea inicial no era apuntar tan arriba”, dijo en una entrevista, señalando que fue una combinación de impulso, confianza y fe la que le permitió colocar el balón en el rincón imposible.
Matías Fernández, en la selección de Chile.
Foto: Efe.
El argentino
La biografía es tan rica como su legado. Matías Ariel Fernández Fernández nació el 15 de mayo de 1986 en Buenos Aires, Argentina, hijo de madre argentina y padre chileno.
Cuando tenía 4 años, su familia se trasladó a La Calera (Chile), donde creció y comenzó su desarrollo futbolístico. Ingresó al fútbol en Unión La Calera, y pronto fue reclutado por Colo Colo, club en el que debutó profesionalmente en 2003.
Su carrera dio saltos importantes: fue elegido Mejor Jugador de América en 2006, aún vistiendo la camiseta de Colo Colo, distinción que pocos futbolistas chilenos han alcanzado. Ese mismo año emigró al fútbol europeo, sumándose al Villarreal en España, y luego pasando por clubes como Sporting de Lisboa y la Fiorentina en Italia. También tuvo etapas en México y Colombia antes de regresar a Chile para cerrar su carrera.
En la selección chilena fue un pilar: disputó múltiples ediciones de la Copa América y la Copa del Mundo, y fue pieza clave para que Chile levantara por primera vez la Copa América en 2015.
En febrero de 2023 anunció su retiro del fútbol profesional.
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