Los productos con THC han generado gran polémica en Texas. La duda es si, realmente, el gobernador Greg Abbott firmó su prohibición total y cuál sería el impacto de la decisión en la salud pública.
En junio de 2025, la legislatura del estado aprobó la Ley del Senado SB3, que prohibía todos los productos derivados del cáñamo que contienen THC (gomitas, aceites y vaporizadores, entre otros) y que son más accesibles que la marihuana legalizada.
La prohibición amenazaba una industria valorada en más de US$ 8.000 millones, que da sustento a miles de pequeños negocios, según destaca la cadena Univision.
Al mismo tiempo, el debate no sólo enfrenta a partidos: involucra a agricultores que invirtieron en cáñamo, minoristas que dependen de las ventas, fuerzas de seguridad que piden reglas claras y familias preocupadas por el acceso de menores.
¿Greg Abbott firmó la prohibición total del THC?
El gobernador Abbott no firmó una prohibición total del THC, sino que vetó la ley que pretendía prohibir todos los productos psicoactivos derivados del cáñamo.
Abbott y la ley contra el THC.
La CNN informa que la Ley SB3 “habría convertido en un delito menor poseer, fabricar o vender productos consumibles con THC”. Agrega que ley federal, promulgada en 2018, permite a los estados regular el cáñamo, una planta similar a la marihuana que puede procesarse sintéticamente para producir THC.
La cadena de noticias agrega que “Texas cuenta con algunas de las leyes de marihuana más estrictas del país, ya que prohíben todo uso recreativo y ofrecen un programa limitado en caso medicinal. El mercado de consumibles ha permitido a los residentes acceder legalmente a productos que producen un efecto similar al de la marihuana”.
Los legisladores republicanos han criticado los productos por su peligrosidad debido a la falta de supervisión federal en su fabricación. La prohibición de Texas es una de las de mayor alcance entre los estados que han adoptado medidas similares. Varios estados, como California, han impuesto límites de edad y restricciones.
Contra todo pronóstico, el gobernador Abbott vetó el proyecto de ley pocos minutos antes del vencimiento del plazo legal final para firmarla. Eligió rechazar la prohibición total y anunció que buscará una regulación más estricta.
Su argumento principal fue que, en vez de prohibir, es mejor regular y controlar la venta de estos productos para proteger la seguridad pública, especialmente la de menores de edad, evitando así consecuencias imprevistas para agricultores y empresas.
«En vez de prohibir, es mejor regular», dijo Abbott sobre el THC.
Abbott destacó la falta de infraestructura reguladora y los posibles desafíos legales federales como motivos clave para el veto, además de la necesidad de un enfoque legislativo sólido y financiado para la aplicación de cualquier nueva ley.
Gracias al veto de Abbott, los productos de cáñamo con menos de 0,3% de THC en peso seco siguen siendo legales en Texas. No obstante, la venta de THC de cualquier tipo a menores de 21 años está en la mira de una regulación mucho más estricta.
Abbott ha llamado a prohibir enfáticamente la venta de productos con THC a menores y a fortalecer el marco fiscalizador de la industria, asegurando controles de calidad y límites para el contenido psicoactivo en productos destinados a adultos.
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