Tras un operativo coordinado entre la Dirección Antidrogas de Perú y el Departamento Interpol de la Policía Federal Argentina (PFA), la Policía Nacional de ese país detuvo a Tony Janzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”, señalado como el supuesto autor material de los homicidios de Morena Verdi, Brenda del Castillo y Lara Gutiérrez, cuyos cuerpos mutilados fueron enterrados en el fondo de una casa de Florencio Varela.
Su ladero, Matías Agustín Ozorio, fue detenido el martes alrededor de las 10 por personal de la policía peruana en Lima. Según las fuentes de investigación del caso, lograron capturar a los sospechosos gracias a la intervención de las líneas telefónicas que delataron un ligar de reunión entre ambos.
“Pequeño J se dirigía al punto de encuentro con Ozorio, pero en vez de encontrarse con su ladero se topó con el personal de la Policía Nacional de Perú y quedó detenido”, explicaron fuentes de la investigación.
Cómo fue el operativo
El operativo que permitió dar con los sospechosos, según informaron, concluyó en la zona del cono norte de Lima, tras detectarse que allí esperaban reunirse. La policía peruana ya contaba con órdenes de captura internacional y utilizó tareas de inteligencia para localizarlos.
En el caso de “Pequeño J,” el seguimiento comenzó días antes y permitió establecer que había ingresado al país desde Bolivia, por la frontera de Desaguadero, con un trayecto que incluyó Puno, Arequipa y Chala hasta llegar a Lima. El joven fue finalmente hallado en el kilómetro 58 de la Panamericana Sur, en el puente Chilca, escondido en la cabina de un tráiler que transportaba pescado hacia la capital peruana. Los investigadores aseguraron que su destino final era la ciudad de Trujillo.
Las primeras palabras de los detenidos
“Nosotros no matamos a nadie”. Con esa declaración, Pequeño J intentó desligarse del triple homicidio tras su arresto. Consultado por la prensa local sobre la razón por las que habría asesinado a las chicas de La Matanza, se defendió: “Nos están echando la culpa. Nosotros no matamos a nadie. Tienen que encontrar al culpable. Yo no tengo nada que ver”.
En la misma línea, Ozorio, cuando le colocaron las esposas, sostuvo: “Me trajeron engañado unos narcos mafiosos a los que le debía plata”.