El secretario del Tesoro de Estados Unidos Scott Bessent anticipó que de las distintas opciones que estaban sobre la mesa para asistir financieramente al gobierno de Javier Milei, la elegida para las negociaciones presenciales en Washington de los próximos días será el de un swap de monedas hacia el Banco Central argentino. Se trata de una variante poco utilizada por la Casa Blanca en las últimas décadas, pero que tiene aún una línea vigente con México.
El principal funcionario económico del gabinete de Donald Trump dijo que habrá una visita próxima del equipo económico argentino, aunque no hubo precisiones por parte del Ministerio de Economía. Una fecha tentativa sería dentro de diez días, cuando comience la asamblea anual del FMI y el Banco Mundial en la capital norteamericana, una cita en la que se espera la presencia de Luis Caputo y de Santiago Bausili.
Por lo pronto, Bessent adelantó que la ayuda hacia la Argentina no provendría por desembolsos directos, según comentó en una entrevista televisiva este jueves a la mañana. La administración republicana afronta una fuerte resistencia política interna por esa ayuda potencial a un gobierno extranjero aliado con dinero público.
De acuerdo con la información oficial del Tesoro de los Estados Unidos, actualmente el Fondo de Estabilización Cambiaria (ESF, en inglés) mantiene con México una línea de swap a corto plazo por 3.000 millones de dólares, denominada Acuerdo de Estabilización Cambiaria, en el marco del Acuerdo de América del Norte de 1994.
Cuando un país utiliza este tipo de ayuda, el préstamo se instrumenta como un “contrato de swap”: se intercambia una cantidad determinada de dólares del Fondo por una suma equivalente en la moneda del prestatario.
«Antes de fines de la década de 1990, la mayoría de los préstamos del ESF se estructuraban como swaps de corto plazo (‘préstamos puente’) vinculados a desembolsos esperados del FMI. Estos solían ser facilidades de 3 a 6 meses, que a menudo se renovaban hasta que llegaban los fondos del FMI u otras fuentes de financiamiento», mencionaron desde el equipo de research de Puente.
«Desde fines de los años noventa, el uso de líneas de swap se ha vuelto más selectivo. Tras esa etapa, los swaps clásicos como préstamos puente fueron perdiendo relevancia a medida que el FMI desarrolló instrumentos de desembolso rápido, aunque la capacidad legal para utilizarlos permanece», comentaron.
El antecedente más citado es el rescate a México durante la crisis del Tequila entre fines de 1994 y principios de 1995, aunque también existen casos similares, con montos y alcances menores, con Brasil en 1998. En ese caso, funcionó como garantía de un préstamo del Banco de Pagos Internacionales (BIS).
Qué condiciones exigiría un swap con el Tesoro
La cuestión de la condicionalidad de este tipo de préstamos tomó fuerza en los últimos días. Brad Setser, exfuncionario del Tesoro norteamericano entre 2011 y 2015, explicó en una columna de opinión en el diario Financial Times: «Los salvavidas del Tesoro en el pasado han venido acompañados de una condicionalidad extensa, un escrutinio intrusivo y recursos prometidos para su reembolso».
En ese sentido, recordó que la Casa Blanca impuso «objetivos políticos concretos», se otorgó poder de veto ante determinadas condiciones, y consiguió que los ingresos por exportaciones petroleras se canalicen en una cuenta del Banco de México en la Reserva Federal de Nueva York, que es el agente financiero del Tesoro estadounidense, para asegurarse los repagos.
Sobre este tema, el ex director argentino ante el FMI Héctor Torres aseguró: «Vamos a tener que renunciar al swap chino. Irán abriendo el swap (con EE.UU.) por etapas, pero no creo que lo otorguen para intervención cambiaria, salvo casos de mucha volatilidad, si no van a quemar todo el dinero. La condicionalidad va a ser positiva para el país, aunque difícil para el Gobierno«, apuntó.
Setser también dijo que un préstamo de 20 mil millones de dólares con formato de swap hacia la Argentina consumiría el 95% de las reservas en dólares del Fondo de Estabilización Cambiaria y el 72% del total de las reservas en moneda extranjera. El exfuncionario también aclaró que el Tesoro tiene aval legal para asistir a la Argentina si así lo determinara Bessent con respaldo de Trump.
En rigor, no sería la primera vez que el Tesoro norteamericano asista a la Argentina. Según la base de datos de ese organismo, entre 1959 y 1995 hubo doce líneas de crédito directas, aunque en su mayoría se trataba de montos bajos y con repago asegurado por desembolsos del Fondo Monetario Internacional.
De todas formas, no son comparables con la negociación actual por el propósito del préstamos ni con el tamaño de la asistencia en discusión. El monto máximo en los antecedentes registrados por el Tesoro alcanza los US$ 550 millones en 1988.
NE