Iguazú (LaVozDeCataratas) En los últimos días, con la coordinación de guardaparques y el acompañamiento de Vida Silvestre, se llevaron adelante trabajos en el área de Urugua-í, que incluyeron el manejo de la regeneración espontánea de especies nativas y el control de pasturas invasoras.
Los terrenos donados se encuentran en Picada Suárez, municipio de Comandante Andresito, y abarcan unas 100 hectáreas. De esa superficie, cerca del 40% fue deforestada en el pasado para la producción agrícola-forestal y ganadera. A través de la plantación de árboles nativos y el acompañamiento de la regeneración natural, se busca restituir el bosque y sus condiciones ambientales.
La restauración y ampliación del parque fortalecen el corredor biológico Urugua-í–Foerster, fundamental para la conservación de la biodiversidad y de los servicios ecosistémicos que el monte brinda a las comunidades de la región.
Las áreas protegidas cumplen un rol vital: resguardan especies en peligro como el yaguareté, sostienen ecosistemas saludables, favorecen la investigación científica y aportan beneficios directos a las poblaciones locales. Además, son una de las soluciones naturales más efectivas frente a los impactos del cambio climático.