Misiones
Está ubicado en el barrio 30 viviendas casa B4
La memoria de Malvinas late en un museo personal abierto en San José
La memoria de la Guerra de Malvinas sigue siendo un pilar de la identidad argentina y un compromiso colectivo con la historia reciente. Conservar los testimonios de los excombatientes y transmitirlos a las nuevas generaciones es clave para evitar el olvido y comprender el sacrificio de quienes defendieron la soberanía en el Atlántico Sur. En cada relato, objeto y carta se condensa una parte del país que aún late en la voz de sus protagonistas.
En ese marco, ayer a las 17 se inauguró en San José el museo personal de Ramón Franco, único veterano residente en la localidad. El espacio ubicado en el barrio 30 viviendas -casa B4- reúne objetos, símbolos y recuerdos que atesoró durante décadas y que ahora comparte con vecinos, estudiantes y visitantes para mantener viva la memoria del conflicto.
“Siempre tuve muchas cosas que traje de allá. Vine herido en combate y mediante eso pude traer numerosos objetos, hasta la bandera y las cartas de mi madre. Entre eso traje la bufanda, las marmitas, una antiparra, un pedazo de turba y una piedra de Malvinas. Durante años lo atesoraba y nunca alcancé a leer las cartas ni a mirarlas. Después empecé a revisarlas y leerlas”, relató Franco al explicar cómo surgió la idea del museo.
Además, contó que a través de redes sociales pudo reencontrarse con personas que le habían escrito desde el continente y conocerlas personalmente. Al ser el único veterano residente en San José, recibió el apoyo de su familia y del intendente para concretar este espacio y dejar un legado a hijos, nietos y a la comunidad. También remarcó que buscó mostrar todo lo que hicieron los soldados para contrarrestar la desmalvinización y valoró el acompañamiento recibido.
“Me dije que tenía que mostrar todo esto a la comunidad, hacer ver de todo lo que hicimos nosotros también. Me impulsó eso, junto con toda la ayuda de mi familia y de la Municipalidad”, expresó el excombatiente sobre el impulso de abrir su casa al público.
La bandera
Por otra parte, el hombre describió en detalle cómo logró conservar la bandera que hoy se exhibe. Estaba caída en el mástil del puesto de comunicaciones al finalizar la guerra y él la guardó como símbolo. Narró con precisión cómo la sacó y la escondió para poder conservarla, acto que definió como un gesto de patriotismo.
“Estaba caída en el mástil del puesto de comunicaciones. La saqué, la metí en mi uniforme y la llevé a la agrupación de infantería nuestra. En el baño me la puse como chiripá para poder sacarla, porque al poco tiempo vinieron los ingleses y tuve la suerte de salir como herido en combate; nos estaban por llevar posiblemente a Inglaterra porque nuestro grupo había hecho replegar al comando de ellos. Querían saber nuestra estrategia y nosotros sólo teníamos patriotismo”, recordó.
Del mismo modo, el veterano narró que pertenecía al grupo que estuvo en Campbell, en acciones que hicieron replegar a las fuerzas británicas. Dijo que en aquel momento el patriotismo era lo único que los movía y que ese amor a la patria fue lo que los sostuvo. Estuvo dos meses y 20 días en Malvinas con apenas 19 años, edad que mencionó como parte de su testimonio y ejemplo del sacrificio de los jóvenes en la guerra. “Era patriotismo, no había otra cosa. Nosotros éramos movidos por el amor a la patria nada más”.
En la misma línea, destacó como un honor y un mimo al alma la presencia de soldados de Uruguay y de otras provincias en la inauguración, a quienes describió como personas excelentes con las que compartió la cena de la noche anterior. Según explicó, se sintió especialmente acompañado por veteranos del mismo batallón que viajaron cientos de kilómetros para estar presentes en San José y valoró que hayan podido llegar.
“Ese es un honor, un halago tremendo, es sentirse mimados, queridos, como decimos, un mimo al alma”.
Asimismo, Franco adelantó que no habrá horarios estrictos para visitar el museo. Como funciona en su vivienda, la idea es recibir a colegios, vecinos y a cualquier persona interesada, con la cordialidad que lo caracteriza. También dijo que la iniciativa busca ser un legado para sus hijos y nietos y un lugar abierto para la comunidad. “Voy a estar disponible para colegios y para quien se acerque; al estar en mi casa será lindo recibir a la gente y compartir”, indicó.
La inauguración se realizó ayer ante vecinos, colegas y autoridades. Foto: Jorge Acosta
En sintonía, compartió parte de su historia personal. Contó que es hijo adoptivo y que sus padres biológicos lo abandonaron a los once meses. A través de una carta que conserva, supo quien era su madre biológica y la conoció de adulto. Este descubrimiento, sumado al reencuentro con hermanas ya mayores de 70 años presentes en la inauguración, lo marcó profundamente y reforzó su idea de familia. A sus 62 años, Franco aseguró que aún le queda mucho por hacer y que seguirá firme en su compromiso con la memoria de Malvinas y con su comunidad.
Durante el acto inaugural también tomó la palabra, manifestó su emoción y agradeció la presencia de veteranos del mismo batallón, autoridades y Fuerzas Armadas que lo acompañaron siempre, así como a su pueblo, a sus hijos, vecinos y amigos.
“Estoy muy emocionado y muy orgulloso de todo. Más orgulloso me siento porque están acompañándome los hermanos que estuvimos juntos también en Malvinas, que fuimos del mismo batallón. Agradezco a todos los presentes, a todas las autoridades, a las Fuerzas Armadas que siempre me acompañaron y a mi querido jefe”, sostuvo ante los asistentes.
En ese contexto contó que a fines de febrero visitó a un camarada en Gualeguaychú y que allí recibió la invitación para ir a Uruguay, donde fue recibido con aplausos y abrazo fraterno por el pueblo uruguayo. Esa experiencia lo motivó a invitarlos al acto en San José, aunque dudó de que pudieran llegar por la distancia y resaltó la importancia de su presencia.
También estuvieron presentes soldados de la República de Uruguay. Foto: Jorge Acosta
“Invité a gente que vive a 30 kilómetros y no vinieron. Y ellos de 900 kilómetros se vinieron. Me dijeron que es la primera vez en la historia que soldados uruguayos están en un acto en la Argentina y para nosotros es todo un honor”, remarcó.
Para finalizar, agradeció a su pueblo, a sus hijos, vecinos y amigos, subrayando que se sentía profundamente agradecido con todos los presentes y cerró su intervención con palabras sencillas de gratitud.
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