Si Boca es Deportivo Ganar Siempre. Si Boca es como hacer el amor con la ventana abierta. Si en Boca una hormiga es un elefante. Si Boca es todo eso, según definieron distintos entrenadores a lo largo de la historia, se puede saber de antemano lo que va a pasar -y se va hablar- si no le gana este domingo a Newell’s en la Bombonera. Porque no sacar un buen resultado significaría no sólo seguir estando afuera de los puestos de la Copa Libertadores en la tabla anual, sino que quedaría afuera de los ocho primeros de su zona que clasifican a los playoffs. Y en este club todo eso no es otra cosa que una crisis. Al mismo tiempo, como contracara, una victoria lo acomodaría nuevamente de cara a las cuatro fechas finales. Todas finales.
Boca arranca su partido sin estar en los puestos de clasificación a los playoffs lógicamente por sus propios problemas, por la falta de triunfos en las primeras fechas y por las dificultades para encontrar una regularidad. Un equipo que ni siquiera pudo ganar cuando jugó su mejor partido en el año. Con el empate ante Central Córdoba y la derrota frente a Defensa y Justica no sólo desaprovechó dos buenas ocasiones de subirse a la punta, sino que terminó cayendo al sexto puesto de su zona. El viernes, el 1-1 en Tigre-Defensa y el 0-0 en Argentinos-Central Córdoba lo hizo caer al octavos. Y el sábado, cualquier resultado en Huracán-Banfield lo hacía salir de los ocho. Lo que a simple vista es preocupante. Lo deja sin margen de error.
Una final más y van…
Así como se presenta la fecha, Boca está obligadísimo a ganarle a Newell’s. En uno más de las tantos partidos de una fecha cualquiera que se vuelve una final por esta mala costumbre de vivir al límite. El anterior había sido Racing, en medio de la peor racha sin triunfos de la historia del club, cuando el equipo respondió en juego y sacó un empate 1-1 que dejó algunas buenas señales. Después llegarían las tres victorias consecutivas ante Independiente Rivadavia, Banfield y Aldosivi.
Claro, también fue una prueba importante el siguiente partido ante Central Córdoba, porque se dieron todos los resultados como para que el Xeneize se subiera a la punta de las dos tablas en caso de ganar en la Bombonera. Pero, pese a jugar 60 minutos muy buenos y sacar una ventaja de dos goles, al final fue un empate 2-2. Con lo que el equipo no pudo terminar de pasar la prueba de carácter y convertirse en firme candidato. Luego cayó en Varela y acá estamos… Al límite.
Tan al límite que Edinson Cavani fue convocado pese a que no volvió a entrenarse a la par tras la lesión, muy parecido a sus regresos en la Libertadores ante Alianza Lima y en los cuartos de final del Apertura vs. Independiente.
Tan al límite que Edinson Cavani fue convocado pese a que no volvió a entrenarse a la par tras la lesión.
La contracara: si gana se acomoda
La contracara de esta situación es que en caso salir bien parado de la presión de verse afuera y volver al triunfo después de tres fechas, Boca (47) se volverá a acomodar en las dos tablas. Esos mismos empates en los otros partidos le permitirían -en caso de sumar de a tres- pasar a Argentinos (48) y volver de mínima al tercer puesto de la anual y quedar expectante de lo que ocurra entre Rosario Central y River, que están en las dos primeras ubicaciones con 50 y 49 puntos.
Mientras que en su zona, se ubicaría entre los tres de arriba, incluso con la chance de compartir la punta con Unión, Barracas y Estudiantes (si estos dos últimos empatan entre sí).
De «Boca es Boca» a la hormiga y el elefante
“Boca es Boca”, dijo varias veces Russo cuando lanzó este tercer ciclo, como muletilla para explicar absolutamente todo. El mismo que en el anterior ciclo, entre 2020 y 2021, había jugado de forma metafórica con lo de la hormiga y el elefante. Como algo pequeño puede parecer gigante, incluso dependiendo de la perspectiva. Una frase ligada de forma indisoluble con la otra.
Así las cosas, todos saben en el Xeneize el efecto que provocaría no ganar hoy en la Bombonera: la victoria es la obligación, la derrota es la crisis. Porque Boca es Boca.
Russo, entre Úbeda y Rodríguez, hablando en el banco de suplentes en el partido entre Boca y Central Córdoba.
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