Hay derrotas y derrotas y la de Londres muestra más cosas positivas que negativas. Lo sabe Felipe Contepomi quien, pese a que lo malhumora perder, consiguió adelantar algunas reflexiones que le dejó el partido, la caída en Twickenham por 29-27, con más cosas para festejar que para lamentar. “Es muy prematuro para hacer un análisis”, se disculpó antes de señalar los primeros aspectos que le dejó el último partido del Rugby Championship.
“De lo que preparamos, por ahí algunas cosas de ataque, salieron. Tal vez la forma en que queríamos atacarlo y por dónde explotar el el juego salió. También lo de tratar de hacer un juego dinámico y rápido que por momentos salió”, indicó el entrenador de Los Pumas en conferencia de prensa.
Foto: AP / Alastair Grant
Antes de dar paso a las cuestiones que su equipo deberá mejorar -en muchos casos aspectos de recurrente señalamiento-, Contepomi se permitió detallar otros aspectos que inclinan la balanza hacia el lado positivo.
“Tuvimos mejor posesión y territorio que en el partido pasado, era algo que habíamos hablado. Y después, lo que por ahí, entendiendo también y poniéndolo en contexto con el rival que tenemos, que son los mejores del mundo, creo que en el maul y el scrum por ahí hubo estuvo un poquito bajo. Pero sabemos que es el mejor equipo del mundo”, distinguió.
Después del partido -en rigor también antes-, Contepomi destacó el nivel superlativo del rival, independientemente del tipo de juego que los convierte en los mejores del Mundo. Además de felicitar al rival por el nuevo título, también se permitió destacar particularidades de los Springboks.
“Intentamos no darle acceso a ciertas cosas, no facilitarles un penal o un knock on, porque, bueno, sabemos que el juego de Sudáfrica es scrum, penal, touch, maul; scrum, penal, pelota arriba, line y son muy eficientes. Puede ser aburrido, lo que digas, pero son son los mejores del mundo por algo. La verdad que felicitaciones. Creo que en términos generales ganó el torneo el equipo que mejor jugó, que aprovechó las oportunidades y creo que son los mejores, no hay dudas de eso”, reconoció Contepomi.
Principalmente en la mitad del Championship, Contepomi no ocultó su malestar con los arbitrajes ya que en ocasiones muy groseras perjudicaron o, al menos, influyeron el desarrollo del juego. Tras “levantar la guardia”, el primero de los partidos ante Sudáfrica, no tuvieron polémicas arbitrales. Sin embargo, en la revancha la tarea del árbitro dejó algunas dudas.
Foto: AP / Alastair Grant
Si bien no dudó en mostrar una amarilla a Sudáfrica al segundo minuto de juego, hubo al menos dos acciones determinantes que pudieron incidir en el resultado. La primera a los 29 minutos cuando Juan Cruz Mallía le cedió la pelota a Bautista Delguy pero Canan Moodie cortó el pase con la mano izquierda y la pelota se fue para adelante. Era un knock on deliberado con tarjeta amarilla, que hubiese significado la roja porque el sudafricano ya había sido amonestado al comienzo.
La otra controversia, a los 3 del complemento cuando después de la amarilla a Mayco Vivas, tras un maul, el hooker sudafricano se desprendió de la formación a cinco metros del ingoal y encaró hacia la bandera. Cuando Delguy se encontraba por sacar de la cancha a Marx y evitar el try, Reinach cooperó para que su compañero no saliera de la cancha, aunque hizo contacto con la pelota con un pie sobre la línea de touch. No lo vio el árbitro Andrea Piardi ni los asistentes del TMO.
«No controlo los fallos arbitrales. Genera frustración, pero no cuenta para nada. No sé, analícenlo. Nosotros tratamos de focalizarnos en lo que podemos mejorar nosotros”, dijo en caliente y moderó aún más en la conferencia de prensa.
En cambio, el capitán Julián Montoya fue un poco más allá. «Duele, pero no es algo que podamos controlar. Tuvimos varias entradas a las 22 de ellos que nos pescaron con infracción, o ese knock on intencional que cuando le pregunto al árbitro me dice que la fue a buscar con las dos manos cuando no pasó eso y todos lo vimos”, completó el Puma que más veces fue capitán en la historia del seleccionado.