Considerada uno de los remedios caseros por excelencia para aliviar el resfriado, la sopa de pollo con dumplings no solo forma parte del imaginario colectivo de los hogares estadounidenses, sino que también es un símbolo de resistencia frente a la adversidad. Este platillo surgió en la década de 1930, en plena Gran Depresión, cuando millones de familias en Estados Unidos tuvieron que ingeniárselas para sobrevivir con lo poco que tenían a la mano.
Sopa de pollo, la comida de la Gran Depresión
De acuerdo con El País, la receta original nació de la “cucina povera”, también conocida como “cocina de pobreza”. Se trataba de un estilo culinario común en momentos de crisis: utilizar ingredientes baratos, accesibles y capaces de rendir para alimentar a varias personas.
El platillo consistía en un caldo de pollo acompañado de las verduras disponibles en casa y bolas de masa elaboradas con harina, huevo y lácteos básicos. Estos “dumplings” cumplían una función clave: hacer más espesa la sopa y provocar saciedad en menos tiempo, algo esencial en una época marcada por el hambre y la escasez.
Con el tiempo, esta sopa no solo se convirtió en alimento reconfortante, sino también en un símbolo cultural de resiliencia comunitaria, transmitido de generación en generación.
¿La sopa de pollo tiene propiedades que curan el resfriado?
La fama de la sopa de pollo como “cura” para el resfriado trascendió décadas. Sin embargo, la ciencia indica que su efecto es más cercano al placebo que a una solución médica definitiva, aunque de todos modos tiene sus aspectos positivos.
Según la BBC, no existen pruebas sólidas de que el caldo de pollo fortalezca el sistema inmunológico o cure la enfermedad. Lo que sí está comprobado es que consumir líquidos calientes alivia temporalmente síntomas como la congestión nasal o el dolor de garganta. El vapor del caldo descongestiona, mientras que la sopa aporta líquidos que diluyen la mucosidad y previenen la deshidratación.
El portal Medline Plus coincide: aunque el plato no elimina el resfriado, sí puede mejorar el bienestar general durante los días de malestar. En otras palabras, la sopa de pollo ayuda a sentirse mejor, más calmo, aunque no acelere la recuperación.
Receta de la sopa de pollo con dumplings
A pesar de que su origen estuvo marcado por la escasez, la receta evolucionó y hoy existen múltiples versiones, desde las más tradicionales hasta reinterpretaciones gourmet. No obstante, la esencia sigue siendo la misma: un plato nutritivo, económico y reconfortante.
El País compartió una versión modernizada que conserva la esencia de la receta de los años treinta. El procedimiento incluye freír las piezas de pollo con un toque de vino blanco antes de cocerlas en caldo; añadir verduras como cebolla, zanahoria, apio y hierbas aromáticas; y espesar la mezcla con una preparación de mantequilla, harina y caldo.
- Calentar una cacerola grande a fuego medio hasta que esté muy caliente, añadir abundante aceite de oliva y cortar la piel de las piezas de pollo que se deseen usar para freírlas durante tres o cuatro minutos, darles la vuelta y añadir vino blanco, y reducirlos dos minutos.
- Añadir caldo de pollo hasta que hierva. Cubrir la cacerola y bajar el fuego al mínimo para cocinar el contenido por unos 15 minutos. Durante este tiempo hay que cortar cebolla, zanahoria, apio y romero.
- Retirar las piezas de pollo de la cacerola cuando estén listos y reservar aparte. Limpiar el caldo de las impurezas.
- En un bol, añadir mantequilla derretida y harina, batir hasta que no haya grumos. Agregar poco a poco dos tazas del caldo de pollo hasta que se haga una mezcla uniforme; incorporar a la sopa con las verduras y dejar que hierva otros 10 minutos.
- Para los dumplings, en un bol se debe mezclar harina, la levadura química, la sal y la pimienta negra recién molida. En otro recipiente mezclar la crème fraîche y el huevo hasta que sea homogéneo. Después se debe añadir mantequilla derretida a los ingredientes secos y la mezcla anterior.
- Destapar la cacerola y añadir bolitas de la mezcla de dumplings. Tapar de nuevo y dejar hervir por otros 20 minutos
- Por último, se debe desmenuzar el pollo y añadirlo poco a poco al caldo para no romper los dumplings. Servir en platos hondos y disfrutar.