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Máximo Kirchner es uno de los que tiene vía libre para visitar a su madre mientras cumple prisión domiciliaria por corrupción en el departamento de San José 1.111. El hijo y diputado viene insistiendo en redes con una seguidilla de videos que parecen querer retratar la intimidad de la expresidenta con un registro cotidiano. Si ya alguna vez la mostró pisando paltas para preparar un desayuno, este sábado, el creador de la agrupación militante La Cámpora grabó a Cristina Kirchner en pleno ejercicio sobre una cinta andadora. Y registró también un curioso diálogo que tuvo ecos en frases que la mandataria condenada le dedicara a su asistente todoterreno Oscar Parrilli, hoy senador.
-«¿Qué andamos haciendo?», preguntó Máximo Kirchner en el breve video que compartió en su cuenta de Instagram.
La propia imagen que captaba el diputado -un paneo a cuerpo entero de Cristina que arranca desde donde se podría ver la tobillera electrónica, de abajo hacia arriba, mientras caminaba en la máquina de ejercicios- respondía la inquietud del camporista. Pero su madre lo expuso un poco más en su obviedad. «¿Qué no ves? -retrucó la expresidenta- Caminando».
Solícito, el hijo de los Kirchner dio pie entonces a la construcción de la épica del video viral -que recibió 99.900 likes desde que lo subió a las redes. «¿Como los que van a Luján?», volvió a preguntar Máximo, en otra retórica de consultas con respuestas implícitas.
«Exactamente. Como los que van a Luján«, reafirmó Cristina Kirchner y remató el pasaje: «Con la misma fe, sin dudas. Exactamente eso».
La grabación de no más de 20 segundos terminó el diálogo en voz de Máximo. «Amén, compañera. Siempre para adelante», remató el diputado que trata a su madre con pleitesía militante.
El pie de Máximo venía a cuento de la peregrinación de fieles a la basílica de Luján, que terminó este domingo. El juego entre la fidelidad religiosa y la militante debe haber sido del gusto de la expresidenta, que permitió ser filmada en calzas y con sus pulgares en alto, dando pasos firmes hacia la nada. La imagen dejó esa otra metáfora impensada para el relato: Cristina Kirchner, por más que camine, no puede moverse del lugar donde cumple una condena firme de seis años de prisión por corrupción.
La secuencia de Cristina Kirchner en la cita y el detalle de la tobillera electrónica. Captura de Instagram
No obstante, otros parecen poder moverse hacia ella. El desfile en el departamento que hace las veces de cárcel excede a Máximo, un hijo autorizado por la justicia desde el vamos.
A Cristina Kirchner la visitan un frondoso grupo de personalidades políticas que buscan la foto en el encierro. De candidatos kirchneristas de toda índole a peronistas que quieren volver a su cobijo como Juan Manuel Urtubey o Juan Manuel Abal Medina, aunque este último -que enfrenta como la expresidenta el avance de la causa sobre los Cuadernos de la Coimas– no logró la imagen para hacerse pública en las redes.
Tampoco logró captura Axel Kicillof. El gobernador fue a hablar de política, en el marco de la interna del PJ que lo mantiene enfrentado a Cristina Kirchner, que pareció desairarlo con la no difusión de la foto. La reunión la debieron confirmar voceros de ambos lados enfrentados.
Hace poco también fueron veteranos de Malvinas de militancia kirchnerista, que le pidieron a Cristina un recuerdo para llevar al cementerio en las islas. Pasó también por allí el presidente de Brasil, Lula da Silva. Y también la actriz y ex participante de realities Esmeralda Mitre, que tuvo mejor suerte para las fotos y los tuits dedicados que Kicillof.
Tan concurrida es la residencia de San José 1.111 que hasta algún periodista se comió el chiste fake news de las redes que ubicaba a la cantante Katy Perry en el living de Cristina, una imagen falsa que se hizo correr y tuvo cierta popularidad viral porque también detallaba eso: que una visita a la prisión domiciliaria parecería que no se le niega a nadie.
Cristina Kirchner y la palta para Máximo
Pero más allá del álbum de fotos de los políticos, el mundo íntimo parece ser registrado por Máximo Kirchner. Su anterior logro de cineasta -carrera que estudió su hermana Florencia en Nueva York- había sido retratar a su madre, sartén en mano, revolviendo unos huevos que acompañaban un plato con palta. Allí también hubo entrevista de hijo a madre.
-Qué rico, ¿te hacés vos el huevo revuelto?
-Sí.
-¿Con palta?
-Sí.
-¿Proteínas?
-Sí…
-¿Son buenas para la pelea?
-Sss… Ehhh… No sé sin buenas para la pelea. Son buenas para la salud y con eso me alcanza y me sobra.
Video
La metáfora fue más confusa aquella vez, pero el intento de humanizar con registros cotidianos la experiencia de la prisión domiciliaria ya estaba en marcha, aún con la picardía de mostrar ciertos gustos que una expresidenta presa se puede dar, por encima de la media de la población carcelaria.
DS
