El economista Ricardo Arriazu advirtió que el Gobierno necesita hacer «hasta lo imposible» para defender el tipo de cambio, ya que «si se les va, pierden las elecciones rotundamente«. Además, desaconsejó una devaluación y liberar el tipo de cambio luego de los comicios.
El consultor aseguró que no cree que la dolarización sea viable y alertó que si no consigue asegurarse un tercio mínimo en el Congreso, el Gobierno «no va a aguantar».
Tras los comicios, dijo, el desenlace dependerá de la capacidad del Gobierno para asegurar respaldo legislativo. “Post elecciones hay dos alternativas: el Gobierno consigue un tercio en alguna de las dos cámaras (que permite que no le hagan juicio político) o no. Si no lo consigue, es la Argentina de siempre. Es probable que Milei no pueda hacer absolutamente nada. Una persona sin poder, y es probable que no aguante”.
Si el oficialismo alcanza ese piso parlamentario, el economista consideró que se abren dos caminos posibles: “Que continúe la política tal como hasta hoy o que lo cambien, con equilibrio fiscal pero con otro sistema cambiario y monetario”. En ese punto, mencionó: “Algunos piden una flotación y liberar el tipo de cambio y otros piden dolarización. En la última semana, subió mucho (la discusión sobre) la dolarización”, observó.
Arriazu se definió históricamente como partidario de esa idea, aunque esta vez tomó distancia: “Yo favorezco no hacer eso. Yo soy dolarizador desde los 80, pero no me queda claro que se pueda”.
“Todo el mundo dice que el tipo de cambio está bajo y lo mejor es liberarlo”, señaló durante su exposición, aunque advirtió que esa idea parte de un diagnóstico equivocado.
“Argentina es el segundo país del mundo con devaluaciones acumuladas, después del Congo”, sostuvo, y graficó la situación con una metáfora: “Es como si el petiso que mide 1,5 metros pide que le devalúen el metro”.
Según explicó, “devaluar en Argentina no cambia nada”, ya que el efecto principal recae sobre los ingresos reales de la población. “Una devaluación es un impuesto: baja el poder de compra del salario de la gente”, afirmó Arriazu.
“Si se le va el tipo de cambio, pierden las elecciones rotundamente. Tienen que hacer hasta lo imposible”, afirmó, al señalar que “casi todas las crisis” en Argentina comenzaron por un salto del dólar. En ese contexto, consideró que “la dolarización haría que la apuesta contra la moneda local no existiera”.
Críticas a las bandas cambiarias y la negociación con EE.UU.
Arriazu cuestionó con dureza el esquema de bandas de flotación y reiteró su diagnóstico sobre la estructura bimonetaria del país. “Estoy completamente en contra de las bandas de flotación. Argentina es un país bimonetario. El peso se usa para pequeñas transacciones, sueldos e impuestos. Todo el resto se hace en dólares. Cada vez que el dólar se mueve, tiembla todo”, sostuvo.
Recordó que alguna vez apoyó la flotación: “Soy un ex flotador. Una economía bimonetaria funciona distinto”. Y agregó con ironía: “En marzo se me ocurrió en una charla decir que podría ser que pongan una banda, no sabía que me estaban grabando. A la noche estaba mi video en todas las mesas de dinero, y desde ese día se terminó el carry trade”.
También cuestionó medidas recientes del equipo económico. “El dólar sube por aguinaldo y no se les ocurrió mejor idea que mandar al Tesoro a comprar 1.000 millones de dólares”, señaló, y añadió que “eliminaron las LEFIs y pasaron a un sistema donde el Gobierno no fija la tasa. Quedaron 10 billones de pesos libres que desplomaron la tasa de interés; ahí sube el dólar y se desesperaron”.
“Eliminar las retenciones es un préstamo carísimo”, afirmó, y añadió que “ahora prohibieron el rulo para ciertos operadores y aparece la brecha. Hubo muchos errores en el corto plazo”. A su juicio, la respuesta oficial fue errática: “Primero reacciona interviniendo, el Tesoro se queda sin plata y va a empezar a intervenir el BCRA de nuevo”.
Respecto del apoyo financiero de Estados Unidos, Arriazu comentó que “no sabemos qué nos van a pedir, eso es lo que están discutiendo. Es la caballería la que apareció, y ahora están negociando”. «Si hay ayuda de EE.UU. se paga sola la corrida», concluyó.