El drama de volver a Gaza, contado por un argentino: casas reducidas a una pared, la rareza del silencio y un «tendópolis» para familias a la deriva

El plan de paz en Gaza, por el que rige un alto en fuego entre Israel y Hamas, despertó la esperanza de poner fin a un conflicto que se cobró miles de vidas. Mientras empieza a entrar ayuda humanitaria a la zona y crece la expectativa por la liberación de los rehenes, muchos palestinos viven una dramática situación: volver a sus casas y encontrar que todo quedó devastado.

El cura argentinoGabriel Romanelli, que es párroco en Gaza y supo quedar herido tras uno de los bombardeos de Israel, compartió este domingo un crudo relato de lo que está sucediendo en la zona que fue centro del conflicto bélico durante más de dos años.

«Es situación es bastante contradictora en muchos aspectos. Hay una gran serenidad, ya que fue la segunda noche que pasamos sin bombardeos. Pero por otro lado hay muchísima tristeza porque la mayoría de los barrios donde vivían dos millones de personas aquí en Gaza están totalmente destruidos. Incluso los que habían huido, ahora cuando volvieron encontraron barrios arrasados, quemados, bombardeados por completo«, relató en diálogo con TN.

La sacerdote contó que muchos tienen aún temor de que esta primera etapa de paz sea la única y que luego vuelva la guerra. Dijo que ese es un fantasma que está en toda la población. A modo de anécdota, contó que esta mañana al hablar con los 400 refugiados que tiene en un parroquia muchos les decían que les resultaba raro no escuchar el ruido de los ataques que fueron parte de su vida cotidiana durante dos años de constantes bombardeos.

Consultado sobre qué pasa con las familias que vuelven a sus casas y las encuentran en ruinas, contó que «la gente vive en cualquier lugar. La gran parte no tiene casas. Están en tiendas o hemos visto cuevas en una parte de la playa. La gente ha perdido todo. En las ruinas de las casas es muy frecuente ver que, aunque haya quedado solo una pared inclinada, allí ponen una lona y vive una familia«.

Las ruinas y escombros que inundan este domingo las calles de la ciudad de Gaza. Foto: EFE

«La gente que ha vuelto del sur ha tomado las últimas escuelas que han quedado en pie», contó y anticipó que están pensando a armar un ‘tendópolis’, aunque no hay carpas suficientes para hacerlo. Y el otro problema es que estamos en invierno y la época de lluvias está en ciernes», sostuvo.

«La mayor parte perdió todo. Pero había unas familias que migraron al principio o personas que han muerto, que fueron cerca del 6% de la comunidad cristiana. Eso hizo que algunas casas queden. O parte de una casa. Acá se suele decir ‘la casa nuestra está bien’ y quizás se refieren a que quedó literalmente una habitación, porque el resto del edificio fue tirado. Entonces algunas familias encontraron sus casas o el resto de sus casas. Pero otros algunos no han podido llegar, porque en los últimos días fueron muy fuertes los bombardeos y se destruyeron muchos edificios«, reconstruyó y dijo que es difícil estimar cuánto tiempo demandará reconstruir las estructuras sociales en Gaza.

Una nena, con algunos de los elementos de ayuda que llegaron a la zona. Foto: EFE

Sin perder su mirada realista de la situación, el sacerdote dijo que es posible soñar con la paz en la región, que no es una utopía, pero remarcó que para eso hace falta «renuncia y reconocer el derecho de los otros».

Volviendo a la dramática situación social que lo rodea, Romanelli detalló que «hace dos años no hay sistema eléctrico. No hay agua corrientes, la mayor parte del sistema de cloacas está destruido. No hay gas, hoy estaban contentos porque por primera vez iba a entrar gas, pero hasta que llegue a toda la población… Acá para cocinar se ha quemado de todo: puertas, mesas, sillas, basura, plástico. Estamos hablando de lo elemental».

«No es soplar y hacer botellas. Vemos signos de esperanza. Esta población ha perdido todo. Mucha de la gente que ven caminando por las calles son profesionales, ingenieros, arquitectos. Eran personas que vivían bien. También había pobres en Gaza, pero era pobreza rural, tenían sus casas. Hoy toda la población de Gaza vive en situación de emergencia», concluyó.

D.D.