Antes de finalizar 2025, Instagram implementará restricciones automáticas sobre el contenido que pueden ver sus usuarios menores de 18 años, basándose en la clasificación de películas estadounidense PG-13. La medida busca que los adolescentes accedan únicamente a material considerado apropiado para mayores de 13 años, similar a lo que verían en una película con esa calificación.
Según el anuncio oficial de la plataforma, todas las cuentas de adolescentes serán automáticamente configuradas con restricciones estrictas. Los jóvenes no podrán modificar estos parámetros por su cuenta; cualquier cambio requerirá autorización de los padres, quienes podrán además optar por niveles de acceso aún más limitados según sus preferencias.
Las restricciones no solo alcanzarán publicaciones, historias y feeds, sino también las interacciones con los chatbots de inteligencia artificial de Meta, que ajustarán sus respuestas para no superar los límites del contenido PG-13.
Motivos de la nueva política
La decisión se enmarca en un contexto de creciente preocupación por la salud mental y seguridad de los adolescentes en redes sociales. Meta, propietaria de Instagram, Facebook, WhatsApp y Messenger, ha sido foco de críticas y procesos judiciales en Estados Unidos, donde familias y organizaciones denuncian que sus plataformas pueden resultar adictivas y exponer a menores a contenido dañino o a riesgos de contacto con extraños.
Vincular la moderación de contenido a un sistema reconocido como la clasificación cinematográfica estadounidense permite establecer criterios claros y comprensibles para padres y autoridades. Sin embargo, Meta deberá enfrentar el reto de clasificar automáticamente millones de publicaciones diarias, considerando diferencias culturales y contextuales que pueden alterar la percepción de lo que es “inapropiado”.
La actualización comenzará a aplicarse antes de fin de año en Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Australia, y abarcará tanto la visualización de contenido como las interacciones con asistentes virtuales, con el objetivo de ofrecer un entorno digital más seguro para los adolescentes.
(Fuente: Ámbito)