//
Para Boca no hay tiempo para más transiciones, al menos no en este 2025. Abrumado por las obligaciones y las adversidades de cada uno de los objetivos aplazados por obra y gracia de los malos resultados, la esperanza de un 2026 mejor se sustenta en lo que deparen los próximos cinco partidos del Clausura. Pero -como todo lo que surge de un proceso en veremos- de nada sirve mirar más allá del choque de este sábado ante Belgrano.
Es que el desafío contra los cordobeses envuelve un todo en sí mismo. Primero por el rival, uno de los mejores equipos de la actualidad, a punto de jugar las semifinales de la Copa Argentina y con niveles individuales altos. Segundo, por tratarse del primer encuentro desde la muerte de Miguel Ángel Russo, es decir al mando ya de modo oficial de Claudio Úbeda.
Y tercero -y mucho más concreto- porque los tres puntos en juego pueden resultar decisivos: los resultados ajenos de las últimas semanas pusieron al Xeneize a la vanguardia de los candidatos a quedarse con una de las plazas de Copa Libertadores que da la tabla anual, aunque ahora debe ratificarlo en el primero de los tres partidos que le tocan jugar como local.
De cuentas y pies sobre la tierra
La cuenta que manejan en Boca Predio concluye en que si el equipo suma las nueve unidades en casa, matemáticamente sería casi imposible que le arrebaten ese lugar de privilegio. Pero, claro, esa es una historia que va más allá de lo que pasará hoy en el Templo. Incluso porque en el medio hay un superclásico que estará inevitablemente condicionado con lo que suceda en los tres partidos que lo anteceden.
Paredes no faltó por su gira con la Selección, a partir de que Boca postergó su partido con Belgrano. (Prensa Boca)
El nivel del equipo
Por eso, aunque la tentación de mirar más allá domine producto de la ansiedad de tantas frustraciones, lo palpable es cómo llega al duelo ante el Pirata. Y ahí la conclusión parece ser positiva. La última producción del equipo fue contundente y esperanzadora.
El recuerdo de Russo estará presente en la Bombonera. (Prensa Boca)
Eso generó confianza en lo propio, y la buena noticia del caso es que esas buenas sensaciones tienen una razón primaria y es el nivel de Leandro Paredes, de regreso de una gira con la Selección que seguramente no le deje secuelas porque lo poco que jugó lo hizo hace ya más de una semana.
Boca Juniors –
Práctica distendida en Boca Predio
Video: Prensa Boca
La otra razón del buen momento es la consolidación definitiva del 11 de memoria, al margen de los contados cambios que fue sufriendo en los últimos 10 partidos, pero sustancialmente fundamentado en haber encontrado defensa, mediocampo y con los dos delanteros que más ganado tienen su lugar, en detrimento de la presencia a veces no sustentada en rendimiento de Edinson Cavani, hoy al margen una vez más por lesión.
Boca Juniors –
El conmovedor homenaje que prepara Boca para Russo en la Bombonera 🔵🟡
.
Concretar
El tema es que todo lo que le pasó a Boca en el año también estuvo precedido de buenos guiños: la serie ante Alianza Lima que asomó favorable hasta en el desarrollo del resultado del partido de vuelta, el clásico ante River al cual llegó con una racha ganadora importante, el hecho de avanzar a los cuartos de final del Apertura pese a no jugar bien y hasta el Mundial de Clubes con su comienzo arrollador ante Benfica.
En todos los casos, ese viento a favor fue insuficiente para que la historia terminara con un final feliz. Pero de los golpes se aprende. Y sólo este Boca sabe cuánto necesita que llegue su hora. La hora de ganar.
Mirá también
A qué hora juega Boca vs. Belgrano y cómo ver hoy EN VIVO el Torneo Clausura
Mirá también
La señal optimista en el 11 de Boca antes de volver a jugar tras la muerte de Russo
Mirá también
Súper sábado de fútbol: Boca, River y más
Mirá también
