Ciudad de Bolívar ascendió por primera vez a la Primera Nacional. Eso dirán los titulares de los portales y los posteos en las redes sociales. Pero la trama de la historia merece ser contada, no solo por las polémicas que rodearon su camino en la extensa temporada del Torneo Federal, la tercera categoría del fútbol argentino, sino también por este domingo derrotó a Atlético de Rafaela en una dramática definición por penales, para la que su DT Diego Funes resolvió cambiar al arquero y meter a Enzo Tomás Álvarez, que no había jugado ni un minuto en el año, pero se convirtió en el héroe del conjunto bonaerense.
«Se venía dando de atajar penales, iba a entrar contra Independiente de Avellaneda en Copa Argentina pero no pasó, Trabajamos en la semana para eso, pero cuando llega este momento el entrenador de arqueros me había dicho hacia dónde podían patear. Lo saludé a mi entrenador porque la verdad que es muy grande confiar en alguien, son los primeros minutos que sumaba en el Federal A», reconoció Álvarez, extasiado de alegría.
En el medio, Gonzalo Laborda -el arquero que atajó los 29 partidos del año- se había enojado con su entrenador por el cambio, tal como ocurrió con Gabriel Arias y Facundo Cambeses en Racing contra Vélez por la Copa Libertadores, o para Marruecos el miércoles pasado en la semifinal del Mundial Sub 20 contra Francia.
«Algo habíamos hablado, pero me enojé. Obvio que es un compañero, lo apoyé y le dije que la bronca no era con él. Salió bien por suerte», dijo Laborda.
El tercero en discordia fue el entrenador Funes: «Nadie quiere salir. Tomy debutaba hoy pero sabemos que es una fiera en los penales. Si me hubiera salido mal me están matando, pero bueno, son decisiones».
Después del empate 0-0 en el estadio Único de San Nicolás, la ‘Crema’ santafesina tuvo dos ‘match point’ para volver a la Segunda División en la temporada siguiente al haber descendido de los torneos profesionales de AFA después de 35 años, pero Ontivero remató afuera e Ijiel Protti sufrió la volada de Álvarez, que se quedó con su tiro contra el palo izquierdo.
En el octavo remate de la serie -cuando ambos ya habían fallado tres penales-, Maciel convirtió para Bolívar y Facundo Affranchino -aquel que jugó en River- la tiró por arriba del travesaño para desatar la locura total de los hinchas, jugadores y dirigentes de un club que recién a fines de 2019 recibió una licencia del Consejo Federal de la Asociación del Fútbol Argentino para participar en el Torneo Regional Federal Amateur 2020.
Para entender esta historia basta con ver la parte superior de su escudo que representa una pelota. O dos. La porción derecha, coronada con la cabeza de un águila, es un balón de vóleibol. La izquierda, más pequeña, es uno de fútbol, que fue incorporado a partir de un rediseño realizado hace menos de tres años. Porque hasta hace poco más de un lustro, este era un club dedicado principalmente al vóleibol.
Este domingo, Ciudad de Bolívar, el proyecto que Marcelo Tinelli parió a principios de este siglo, ascendió a la Primera Nacional.
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