México comenzó la transformación de su sistema de identificación ciudadana con la implementación de la Clave Única de Registro de Población (CURP) biométrica. Desde el pasado 16 de octubre, ya se pueden realizar los trámites para obtener esta versión actualizada del registro de identidad tradicional.
La nueva CURP mantiene los 18 caracteres alfanuméricos habituales, pero suma una capa robusta de seguridad y verificación. Las características distintivas de este documento incluyen la adición de huellas dactilares, el escaneo del iris, una firma electrónica y una fotografía digital del titular, según informó el diario El País. Estará disponible tanto en formato físico como digital.
El decreto que le dio vida entró en vigor el 17 de julio. Desde entonces, las instituciones públicas recibieron un plazo de 90 días naturales para adaptar sus sistemas y proceder a su adopción gradual. La estimación oficial apunta a que, para febrero de 2026, todos los módulos del país estarán habilitados para emitir la CURP biométrica. Con su plena implementación, el documento servirá como una identificación con validez en todo el territorio nacional, tanto para gestiones públicas como privadas.
¿Es obligatoria?
Una de las mayores dudas sobre el nuevo documento gira en torno a su obligatoriedad. Según El País, la presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que el uso de los datos biométricos es opcional, y que cada persona puede decidir si entrega o no esta información.
Sin embargo, el marco legal establece un camino distinto. El Artículo 91 Bis del decreto que reforma la Ley General en Materia de Desaparición Forzada señala claramente que la CURP biométrica «será el documento nacional de identificación obligatorio, de aceptación universal y obligatoria en todo el territorio nacional, y estará disponible en formato físico y digital”.
Aunque el trámite no se considera aún obligatorio para la población en esta etapa inicial de implementación, la ley ya sienta las bases para que la CURP biométrica se convierta, más adelante, en un requisito indispensable.
El documento servirá como una identificación con validez en todo el territorio nacional. Foto: X @rosaicela_.
Riesgo de exclusión de servicios básicos
Según El País, la población que no posea la CURP biométrica podría enfrentar limitaciones para acceder a servicios básicos y realizar trámites esenciales. Estos podrían incluir:
- La afiliación o acceso a los servicios de salud públicos.
- La inscripción en instituciones educativas de todos los niveles.
- La participación en programas sociales o apoyos que otorga el gobierno.
- La apertura de cuentas bancarias y la contratación de servicios financieros.
- Cualquier trámite laboral y fiscal que requiera una verificación de identidad rigurosa.
Además, las consecuencias legales se dirigirán a las instituciones. Aquellas que se nieguen a aceptar la CURP biométrica como identificación oficial podrían recibir multas elevadas. Las sanciones se fijan entre 10.000 y 20.000 Unidades de Medida y Actualización (UMA), una cifra que asciende hasta los dos millones de pesos.
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