Franco Colapinto no ocultó su enojo y frustración tras una clasificación para el olvido en el Gp de México. En una jornada difícil en el Autódromo Hermanos Rodríguez, el bonaerense de Alpine terminó último en la Q1 y no logró avanzar a la segunda tanda, algo que sí había conseguido en la carrera anterior, en Austin, estados Unidos. El auto volvió a mostrarse lejos del rendimiento necesario para pelear con el resto, y el propio argentino no dudó en decirlo ante los periodistas.
“Era imposible. Creo que 16, 17 podríamos haber quedado, pero nada, es un auto muy difícil”, comenzó diciendo Colapinto en la zona mixta. “Le pegué a un piano como le pegan todos y las gomas de adelante se levantaron en el aire, no tenía dirección”, agregó, visiblemente molesto con el comportamiento del Alpine. El pilarense de 22 años explicó que el monoplaza se mostró “muy desconectado” durante toda la sesión, con poca adherencia y sin ritmo.
La otra parte del panorama del equipo francés tampoco fue alentadora. Su compañero de equipo, Pierre Gasly, no pasó de la 18ª posición, lo que confirma que el rendimiento del Alpine estuvo lejos del milagro y cerca de lo esperado… “Tenemos que buscar siempre esa última milésima y no sale. Hay que mejorar para mañana e intentar que sea un mejor día, pero hoy nada, muy difícil”, sostuvo Colapinto, como haciendo copy paste de sus declaraciones de todas las carreras con un auto al que el equipo decidió no invertirle un dólar más en la temporada..
A pesar del mal resultado, Colapinto intentó mantener algo de optimismo de cara a la carrera del domingo. “Tras un día en general complicado, creo que hay que trabajar para mañana”, dijo, aunque reconoció que el panorama no es alentador si no logran encontrar soluciones de fondo. El Alpine volvió a dejar en claro que sufre con la falta de agarre y estabilidad (de mínima), algo que Colapinto ya conoce de memoria.
Con la mirada puesta en la estrategia y en intentar aprovechar posibles incidentes en carrera, Colapinto buscará revertir una jornada que dejó más dudas que certezas. Mientras tanto, el piloto argentino se mantiene firme en su postura: el talento está, pero el auto no acompaña.




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