Una antigua leyenda oriental, originaria del siglo VII durante la etapa de la China imperial, sostiene que las personas destinadas a encontrarse están unidas por un hilo rojo invisible que puede estirarse o enredarse, pero nunca romperse, como símbolo de los lazos eternos.
Corría el año 2005. Un nene de apenas cinco años, vestido de pies a cabeza como jugador de Argentinos -a lo Pisculichi, su ídolo de infancia-, escondía la cabeza detrás de la espalda de su papá. Dos cámaras, cual francotiradores, buscaban filmarlo mientras los periodistas lo alentaban: “A ver cómo patea… Dale con la zurda, Hernancito”. Él corría, jugaba, demostraba. Su padre, Dani López Maradona -sobrino directo del Diez-, contaba: “Salió hincha de Argentinos y hoy estamos acá, en la cancha, porque él mismo me pide que todos los fines de semana lo traiga a ver al equipo”.
Hernán López Muñoz, vestido de Argentinos, con el Diego.
Y fue ahí, sobre el césped del estadio que lleva el nombre de su tío abuelo, cuando Hernán López Muñoz empezó a comprender el peso de su propia historia. Una historia que, como le cuenta a Olé ahora, con 25 años y siendo futbolista profesional del Bicho, lleva siempre en un “cartelito pegado” por ser el “familiar de…”, aunque “eso no es una presión, sino un verdadero orgullo”.
Tiene motivos para estar orgulloso: en esa misma cancha y vistiendo la misma camiseta que aquel niño que dio su primera entrevista en televisión hace 20 años, Hernán López Muñoz cumple su sueño y el de su familia, entre ellos Ana Maradona, su abuela y hermana de Diego. Juega en la primera división del club del que es hincha, se destaca como figura del equipo y enfrenta la posibilidad histórica de disputar la final de la Copa Argentina, con la oportunidad de romper la racha de 15 años sin títulos de Argentinos y honrar la memoria del Diez de la mejor manera.
Hernán López Muñoz, jugando en el Maradona. Foto: AAAJ
-¿Cómo estás viviendo tu sueño?
-(Una gesticulación significativa interrumpe la comunicación. Sonríe con intensidad). Estoy feliz de estar en el club que amo y contento por el presente del equipo.
-¿Argentinos es un club mucho más maradoniano de lo que esperabas?
-La verdad que, como hincha, estoy acostumbrado a los gestos que tienen con él. Está en todos lados. Aunque me hubiese gustado que ahora estuviera viéndome acá…
-Lo extrañas.
-Obvio. Es algo que hablo recurrentemente con mi papá y con mi abuela. Me hubiese encantado que me vea jugando en AAAJ, pero sé que desde arriba me está ayudando.
-Igual lo dijiste: acá está en todos lados.
-Desde que llegué a Argentinos, a Diego lo siento cada vez más cerca: cada tanto aparecen fotos que nunca vi de él y lo mantienen tan presente que parece que está. Verdaderamente eso sí que es un mimo.
-¿Hablabas con Diego sobre la posibilidad de jugar en Argentinos?
-Era algo que hablábamos, sí. Pero en ese momento era muy chico y yo aún me encontraba jugando en River. Sin embargo, siempre charlábamos sobre ese sueño.
Hernán López Muñoz, sobrino nieto de Maradona.
-Cuando se presentó la oportunidad de venir en este mercado, ni lo dudaste…
-Era mi sueño, siempre quise esto. En este último tiempo tuve varios llamados de otros clubes del país, pero cuando me llamó Argentinos era algo especial.
-Y la familia tiraba para este lado…
-Obvio, ellos me querían acá.
-¿Cómo les contaste que venías?
-Cuando se oficializó, hice una llamada grupal con toda mi familia y todos estaban muy emocionados.
Su salida de San Jose Earthquakes, en la MLS, implicó varias semanas de negociación hasta concretar (en julio) el préstamo por 18 meses con opción de compra. Un Bicho que, además de cumplirle su sueño, le devolvió los minutos que no había tenido en Estados Unidos: por lesiones y otros factores, hasta su llegada al club sólo había disputado ocho partidos en la temporada del fútbol estadounidense, con un gol y una asistencia. En apenas tres meses en AAAJ, acumula 15 partidos, 4 goles y una asistencia, consolidándose como una de las figuras del equipo dirigido por Diez.
Hernán López Muñoz fue la figura en Rosario ante Belgrano. (Foto: Prensa Argentinos Juniors)
-¿Te arrepentís de haber ido a la MLS?
-No. No lo tomo como un retroceso, fue una experiencia. Me hizo muy bien para ayudarme a crecer en lo futbolístico.
-Antes de llegar al Bicho se te vinculó con varios clubes…
-Les agradecí a los que me llamaron, pero esto de venir acá era algo más sentimental.
-¿Te llamó Gallardo para volver a River?
-No.
-¿Y dejas esa puerta abierta?
-Ahora no pienso en eso. Sólo Argentinos. Obviamente a River lo amo y le tengo cariño porque hice las Inferiores ahí, pero ahora estoy acá. Hincha soy de Argentinos y voy a serlo toda la vida.
-Tu viejo, antes de el debut, dijo que tu llegada era el “renacer de una dinastía”: ¿Lo ves de esa forma?
-Lo pueden decir y yo lo puedo aceptar, pero cuando entro a la cancha tengo que demostrar mi juego. Lo tomo como algo que me enorgullece, desde que arranqué a jugar he tenido ese cartelito pegado de ser familiar.
-¿Sentís a Diego desde la cancha?
-Claro. Me encanta sentirlo desde adentro de la cancha. Es hermoso tanto entrar en el estadio que tenga su nombre como en el minuto 10 de cada partido lo aplaudan.
Hernán López Muñoz, con el mural de Diego que hay en el predio de Argentinos.
-Hablando de Diego, es inevitable preguntarte: ¿cómo está tu familia con respecto al juicio por su muerte?
-Traté de no involucrarme mucho. Es algo que es secundario, porque la persona que quiero que esté, ya no está.
-Estar acá en el país te permite acompañar de cerca a tu viejo y abuela…
-Obvio. A mi abuela siempre la acompañé y siempre voy a querer lo mejor para ella. Así que la decisión que tome en base a eso, yo la voy a acompañar.
-Estando en Argentinos, seguro le estás haciendo un mimo a él…
-Seguramente. Y es muy lindo.
-¿El buen juego viene de herencia?
-Yo no imité ni imito a nadie de mi familia, nací jugando así. Sé que van a buscar parecidos a varios familiares míos, pero yo juego como Hernán López.
-¿En algún momento te pesó la comparación con Diego?
-Para nada. Nunca me metió presión, siempre supe que eso lo iban a decir. Pero nunca me fijé en demostrar para parecerme a él. Todo lo contrario: sé que tengo eso, lo llevo con orgullo siempre fijándome en demostrar lo que juega Hernán.
Hernán López Muñoz con Olé
-Y cómo juega Hernán, eh… Los caños, tacos y no look: ¿salen o se practican?
-Sale solo. Lo utilizo como recurso, no es para cargar a nadie. Lo haría yendo 0-0 o hasta perdiendo, es una forma de juego.
-Hace un tiempo hablaste de “naturalizar el buen fútbol”. ¿Por qué?
-Claro. Yo no juego así para cancherear, es un recurso. El fútbol argentino siempre se nutrió de buen fútbol, caños y rabonas. Y hoy está hasta mal visto querer hacer un caño o algo distinto, mucha gente lo ve como algo malo y la verdad que todo lo contrario.
-Es un estilo propio.
-Exacto. Nuestro fútbol es exportador de grandes jugadores. Toda la vida fue así. Y el buen juego o el potrero es algo lindo. Siempre voy a ser el primero en reaccionar y felicitar al jugador que haga eso. Es un recurso que utiliza el jugador. Espero que siga siendo así para el bien del fútbol argentino.
-Y este momento de Argentinos es ideal para tirar chiches...
-A veces, luego del entrenamiento, nos quedamos con el Pipa Lescano a hacer esas cosas que después salen en la cancha, ja.
Los chiches de Hernancito.
-Con Lescano combinan bien…
-Siempre tratamos de dejar algún destello en cada partido que nos toca compartir. La verdad que es un gran jugador y compartir cancha con él es fácil y divertido.
-¿Cómo ves a este Bicho finalista?
-Estamos contentos de hasta dónde llegamos, demostrando el juego que Nico (Diez) nos pide que tengamos.
-Ya venía de un buen primer semestre…
-Viéndolo desde afuera se notó mucho la diferencia que le sacó al resto.
–¿Es el mejor momento de tu carrera?
-Puede ser que sí. La verdad que hoy en día me siento muy bien, me siento cómodo. Me gusta la manera de jugar de Nico. En la personal me siento muy cómodo, así que sí.
Hernán López Muñoz, hincha de Argentinos Juniors.
-Aparte te adaptaste rápido al grupo…
-Por suerte no me costó y eso habla más de ellos que de mí. Hay un gran equipo.
-Hablando de adaptación: ¿cómo lo ves a Chiquito Romero?
-Él desde el primer minuto nos dijo que venía a sumar, que venía a ser uno más. Así que un jugador con esa jerarquía y esa trayectoria para nosotros, como plantel, nos viene bárbaro. Llegó para sumar y nosotros ya lo sentimos como uno más.
-Cuando se fue de Boca dijo que venía con ganas de demostrar su vigencia: ¿se notó eso puertas adentro?
-Ya al hablar con nosotros y decir que viene a sumar y a ser uno más, nos da tranquilidad: viene a superarse.
Argentinos a la final. Foto: Jorge Junes.
-Entonces plena confianza en caso de una final con penales…
-Claro, a él le va bien a los penales. Igual esperemos no llegar a esa distancia, que en lo futbolístico nos vaya bien, ja.
-¿Sos creyente?
-Sí.
-¿Se le reza a Diego antes de la final?
-Yo no le pido porque no es un santo, ja. Pero sí me acompaña todos los partidos porque tengo su foto en mis canilleras, entonces es como si saliera con él a la cancha.
Argentinos, a la final.
-A él no le pedís nada…
-Diego siempre me está guiando. Pero le pido a Dios y a la Virgen de Luján.
-En la cancha de Argentinos está el santuario: no descartes que varios pasen a rezar por la Paternal...
-Sí, ja. La verdad que es algo lindo también que lo tengan tan presente.





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