Los controladores aéreos de Estados Unidos dejaron de recibir sus salarios este martes debido al cierre parcial del gobierno federal, lo que ha encendido las alarmas sobre el impacto que la presión financiera podría tener en estos trabajadores esenciales, ya de por sí en número insuficiente para la carga de vuelos diaria.
En todo el país se han vuelto más frecuentes los retrasos debido a que cada vez más controladores se reportan enfermos, agravando una situación que ya era crítica antes del shutdown.
El secretario de Transporte, Sean Duffy, y el presidente del sindicato nacional de controladores, Nick Daniels, advirtieron que el problema solo empeorará mientras el cierre continúe.
Los controladores planean manifestarse este martes frente a al menos 17 aeropuertos del país. Foto: AP/Jacquelyn Martin
Además de preocuparse por pagar hipotecas, comida y servicios básicos, algunos controladores enfrentan dilemas mucho más graves. Daniels contó el caso de un trabajador que no podía costear la medicina vital de su hija. Duffy relató que otro padre tuvo que decirle a su hija que no podría unirse al equipo de vóley por falta de dinero.
“Los controladores aéreos deben mantener el 100% de su concentración el 100% del tiempo”, dijo Daniels en una conferencia de prensa en el aeropuerto LaGuardia, en Nueva York. “Estoy recibiendo mensajes de controladores que dicen: ‘Me estoy quedando sin dinero, y si mi hija no recibe su medicina, muere. Así de simple’”.
Para garantizar la seguridad, la Administración Federal de Aviación (FAA) restringe la cantidad de despegues y aterrizajes cuando no hay suficiente personal. Esto ha provocado retrasos de horas en aeropuertos como Newark (Nueva Jersey) o Burbank (California). Durante el fin de semana, el aeropuerto internacional de Los Ángeles tuvo que suspender todos los vuelos durante casi dos horas.
Mientras tanto, los controladores planean manifestarse este martes frente a al menos 17 aeropuertos del país, repartiendo folletos en los que piden el fin inmediato del shutdown. Muchos están tomando segundos empleos para poder pagar sus cuentas, lo que a su vez aumenta el ausentismo.
Para garantizar la seguridad, la Administración Federal de Aviación (FAA) restringe la cantidad de despegues y aterrizajes cuando no hay suficiente personal. Foto: Michael Nagle/Bloomberg
Según Duffy, algunos trabajadores podrían ser sancionados si abusan de las licencias médicas, aunque la mayoría sigue asistiendo al trabajo pese a la fatiga y el estrés.
Uno de ellos, Joe Segretto, que trabaja en una torre regional del área de Nueva York, reconoció que el ánimo entre los controladores está por el suelo. “La presión es real”, dijo. “Tenemos gente intentando mantener los aviones seguros, y aprendices que deben dominar un trabajo complejo y estresante, mientras se preguntan cómo van a pagar las cuentas”.
El shutdown también está afectando la formación de nuevos controladores. Duffy informó que algunos alumnos abandonaron la academia de la FAA en Oklahoma City, y que los más jóvenes podrían dejar la carrera si no cobran pronto.
“Este cierre hace más difícil cumplir nuestras metas de contratación y seguridad”, lamentó el secretario.
Cuanto más se prolongue el shutdown, mayor será la presión sobre el Congreso para alcanzar un acuerdo que reactive al gobierno. Durante el cierre de 35 días en el primer mandato de Donald Trump, las interrupciones en los vuelos fueron un factor clave para ponerle fin. Sin embargo, esta vez ni demócratas ni republicanos muestran señales de acercamiento para aprobar un presupuesto y reabrir el gobierno.
Con información de AP.
Newsletter Clarín
Recibí en tu email todas las noticias, coberturas, historias y análisis de la mano de nuestros periodistas especializados
QUIERO RECIBIRLO
Tags relacionados





//






