El ganador del pozo millonario de La Poceada se presentó a reclamar su premio
La localidad de Jardín América vivió un momento de alegría cuando uno de sus habitantes se convirtió en el ganador del pozo de la Poceada Misionera. Silvana Avellaneda, encargada de la Agencia 335, confirmó la noticia y expresó su felicidad en una entrevista. “Estamos muy felices por él, porque es una persona conocida que suele venir a nuestra agencia”, manifestó Avellaneda.
El afortunado ganador, un habitual apostador, se presentó en la agencia en la noche del martes. Tras verificar su jugada, el personal confirmó que se había llevado el millonario pozo. Según Avellaneda, el hombre casi lloró de emoción al enterarse de la noticia. “Cuando le avisaron, estaba muy feliz, muy feliz”, aseguró. El ganador suele jugar sus números sin preocuparse por los sorteos en vivo.
En esta ocasión, apostó por una combinación de números elegidos al azar por la máquina. “Juega una que siempre hace la misma y siempre agrega una de la máquina. Esta fue al azar”, detalló Avellaneda.
Además, se reveló que es la primera vez que la Agencia 335 entrega un premio tan alto de la Poceada. “Hemos pagado segundos premios y bingos de oro antes, pero en la Poceada es la primera vez que pagamos un premio tan grande. Estamos muy felices”, dijo Avellaneda.
Respecto al ámbito social del apostador, no se conocen detalles específicos sobre su familia o su ocupación. “Seguramente tiene muchos planes que con el tiempo nos vaya contando. Porque después de esto se hace muy familiar la persona, darle la noticia de que ganó millones, cada vez que él venga es una persona especial en la agencia. Y seguramente nos vamos a ir enterando de a poco qué proyectos tendrá”, señaló.
Avellaneda también mencionó que cuando el monto de la Poceada aumenta, la venta de jugadas suele duplicarse. La comunidad de Jardín América tiene sus apostadores habituales y algunos nuevos que se suman cuando los premios son atractivos. Según Avellaneda, la confianza en ganar crece proporcionalmente al tamaño del pozo. “Cuando el pozo es alto, le apuesta mucha gente y tiene fe de ganar”, explicó.
En la Agencia 335 trabajan dos personas en el local y dos vendedoras que recorren los barrios. El ticket ganador fue vendido en la propia agencia, lo que también les asegura un premio estímulo por la venta del boleto ganador.