La búsqueda de Jorge Daniel Acuña (48), el chofer de Uber desaparecido desde el lunes, continúa, aunque los indicios son desalentadores. En su auto abandonado ayer dieron con vestigios de dos disparos y manchas de sangre que están siendo analizadas científicamente, mientras que hoy se realizó un amplio rastrillaje en la zona donde su celular marcó ubicación por última vez, pero hasta el momento no se recogieron nuevas pistas.
Los últimos datos certeros que se tienen sobre Acuña marcan que el lunes a la tarde salió de su casa en el barrio Santa Helena de Garupá con el objetivo de visitar a un mecánico que atiende sobre la avenida Lavalle, entre López y Planes y Tambor de Tacuarí de Posadas.
En ese lugar el hombre se encontró con el dueño del Fiat Siena que alquila para trabajar como chofer de aplicación y luego se fue de allí con dirección incierta. Tan incierta que desde ese momento nada más se supo de él y a las 23 de ese mismo lunes su familia decidió acudir a la Policía para denunciar su desaparición.
La pista más contundente hasta el momento se conoció el miércoles a la tarde, cuando el vehículo apareció abandonado sobre la calle Pedro Correa, frente al cementerio La Piedad.
El Fiat Siena que Acuña usaba como chofer de Uber apareció abandonado frente al cementerio.
Al Fiat Siena le faltaban las patentes y en su interior se detectaron indicios que hacen temer lo peor: vestigios de dos disparos y manchas presumiblemente de sangre, muestras que están siendo analizadas en el laboratorio de la Dirección de Criminalística, cuyos especialistas deben determinar que efectivamente se corresponda a fluido sanguíneo y que sea compatible con Acuña.
En paralelo, se aguardan los resultados de la revisión de las cámaras de seguridad que pudieran haber captado al Siena circulando en cercanías al punto donde apareció abandonado. Los pesquisas confían de que mediante esa vía podría reconstruir movimientos e identificar sospechosos.
La otra pista que se tiene sobre la mesa es que la última ubicación que marcó su teléfono celular es en inmediaciones al by pass que une las rutas 105 con la 12, por detrás del casco urbano de Posadas.
En esa zona esta mañana se llevó adelante un rastrillaje en el cual una importante cantidad de efectivos policiales recorrieron una extensión de aproximadamente tres kilómetros, aunque hasta el momento no se reportó el hallazgo de ningún elemento relacionado al hecho.
Personal de Policía Científica trabajó esta mañana cerca de una tranquera a la vera del by pass.
Los mayores movimientos se registraron en una tranquera ubicada a la vera del by pass, metros antes de la rotonda que se emplaza entre 213 y la llegada a Garupá. Allí trabajaron durante varios minutos agentes de la Policía Científica y salieron del lugar con sobres de madera. También se efectuaron labores de planimetría e incluso el jefe de la fuerza, Sandro Martínez, presenció el procedimiento, pero no se difundieron resultados.
El operativo por tierra incluyó también a la brigada de canes y se sobrevoló la zona con los drones de alta tecnología que también se utilizaron en los rastrillajes de búsqueda del pequeño Loan en Corrientes.
Sin embargo, nada se encontró. El objetivo era, al menos, dar con el teléfono de Acuña, el cual no estaba en el vehículo abandonado.
Acuña tiene 48 años. Es tez trigueña, de contextura física delgada, de 1,57 metros de altura y ojos marrones. Al momento de ser visto por última vez vestía una remera rosada, un short y ojotas.
Ante cualquier información sobre su paradero, se ruega comunicarse al 911 o bien dirigirse a la comisaría más cercana.
Acuña fue visto por última vez el lunes a la tarde.