Gol y título para Mbappé, pero ¿cómo explotarlo mejor en Real Madrid?
El francés lució por momentos incómodo y muchos apuntaron a estricto módulo.
Kylian Mbappé en Real Madrid
Foto: Sergei Gapon /AFP
14 de agosto 2024 , 08:00 p. m.
La pregunta en medio de las especulaciones por su aterrizaje en Valdebebas era clara: ¿realmente necesita un Real Madrid campeón a una figura que podría incluso romper el camerino? ¿Cómo hacerlo encajar en un camerino al que no le falta nada?
A todo respondió el ‘joven maravilla’, con un golazo y un título en su primera aparición pública luciendo la camiseta blanca. Pero persisten algunas dudas, como es natural cuando se habla de uno de los mejores jugadores del mundo en el mejor equipo del planeta hoy en día.
El reto era interesante: un equipo exigente, asfixiante en la marca, peligroso en cada metro del campo como Atalanta planteaba la necesidad de articular un ataque tan diverso que nadie esperar que fuera Mbappé el hombre de la noche. ¡Cómo si eso fuera posible!
¿Extremo o nueve?
El plan era, claro, usar un módulo que sumara fichas y no que relegara jugadores probados en su eficiencia por abrirle un espacio al recién llegado.
Para Mbappé es natural jugar en un módulo 4-3-3 y de hecho así terminó con Luis Enrique en PSG. Para Ancelotti es el esquema favorito pues suma alternativas en llegadas masivas al área rival.
Por eso la decisión fue incorporar al nuevo galáctico como número 9, esperando que alternara incluso con Vinicius por la izquierda para desconcertar a un rival muy disciplinado en marca. El propio Vini ya ha jugado ahí en la última temporada y el ensayo parecía sensato.
Pero en la práctica el nuevo número 7 recibía de espaldas casi siempre y perdía en los duelos con los implacables italianos en el primer tempo, de manera casi instintiva se iba al costado y buscaba recortar hacia el medio, lo que lo convertía en presa fácil solo con un buen marcaje en zona. En realidad, parecían estorbarse un poco con Vinicus en el primer tiempo.
Por fortuna, para el complemento el plan que imaginó Ancelotti salió mejor cuando el que interiorizó más fue Rodrygo y el francés fue a su oficina, la banda izquierda. Desde allí se entendió mejor con un Bellingham que creció para el complemento y que le abrió la jugada del 2-0, muy a su estilo: recortar de afuera hacia adentro, definir al ángulo, especialidad de la casa.
Cada rival dictará un ajuste pero el modelo parece ser el que se probó contra Atalanta y aseguró el récord de títulos de la Supercopa de Europa. Hay que ajustar claro, el que llegó es un campeón mundial. Pero es un hecho que a Real Madrid nunca le sobrará talento, por mucho que ya tenga. Ahora lo que hay que saber es cómo lo explotará mejor.