El presidente Javier Milei participó este viernes del cierre del Coloquio de IDEA en Mar del Plata, en la misma jornada donde se presentó más temprano su ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, y el miércoles el de Economía, Luis “Toto” Caputo. En un discurso de una hora y cuarto donde repasó los principales lineamientos de su programa, el mandatario confirmó que quiere avanzar con la “dolarización endógena” y con el cierre del Banco Central, tal como había dicho en campaña, así como también aventuró que el riesgo país “va a colapsar” y que cuando termine con la inflación “inducida”, se hará la salida del cepo.
En esta 60 edición del encuentro, Milei expuso frente a empresarios y economistas que pagaron entre $1.400.000 y $3.000.000, de acuerdo a si tienen o no membresía, para verlo y estar presentes en su alocución. También hubo políticos de su fuerza que desembarcaron para acompañarlo.
“El Banco Central no los va a molestar nunca más porque, conforme avance la dolarización endógena, va a haber un momento en que va a ser muy grande la operatoria en dólares, y en pesos muy chiquita, y cuando se dé esa situación vamos a estar en condiciones de cerrar el Banco Central y que los políticos nunca más en la vida puedan volver a estafarlos con el impuesto inflacionario”, dijo el Presidente al auditorio, en uno de los pasajes más fuertes de una alocución.
Entre varios dardos hacia los economistas críticos de su gestión, a los que suele denostar -hoy dijo que eran “econochantas mandriles”, que seguro no son herederos de Adam Smith, como él-, Milei ratificó los tres puntos principales de su plan de estabilización, con política fiscal (de déficit cero), monetaria (de emisión cero) y cambiaria (de competencia de monedas), y les dijo a los empresarios que no tengan temores por la apreciación del peso.
Tras aclarar que lo “más probable” es que la Argentina vaya a un modelo de moneda “mucho más apreciada”, les recomendó: “No van a tener una abrupta caída del tipo de cambio que no les permita ajustarse, no tengan miedo, pueden hacer transacciones en dólares o en cualquier otra moneda, eso no es un problema. Dejen de ser asustados por economistas que parece que murieron con los dinosaurios, resucitaron y mantienen las mismas costumbres que los dinosaurios”.
Como otro punto que elogió de su propio proyecto, dijo que el cambio en el esquema monetario y el camino hacia la emisión cero funcionaron, y que eso fue lo que impactó en la caída de los dólares paralelos. “El dólar de $1500 se cayó a $1100. Eso que parecía imposible lo hicimos posible”, arengó.
Convencido de que al país va a ingresar una “tremenda oleada de dólares” a través del RIGI, y sobre todo del sector del petróleo y el gas, el Presidente se mostró asimismo seguro de que el riesgo país va a seguir hacia la baja. “Tarde o temprano el riesgo país va a colapsar. Hoy está peleando por romper los 1000, parece que ahí también vamos bien. No es que está bajando por un problema de error tipo dos, a alguno la tintura le quemó el cerebro”, comentó, esperanzado con su plan económico y entre elogios que le giró al titular del Palacio de Hacienda, Luis “Toto” Caputo -”yo creo en la motosierra pero Toto lo hizo mejor”-.
Cuando mencionó las supuestas virtudes de su régimen de inversiones, Milei reveló que él mismo se involucró en la reglamentación de la iniciativa aprobada a través de la Ley Bases. “Si no les gusta el RIGI, me pueden putear con todas las ganas. Metí las manitos ahí adentro, tengo los dedos sucios. Si eso es sobre lo que despotrican, sepan que es culpa mía”, comentó mientras reía.
Habló, por su puesto, sobre el camino descendiente de la inflación, siempre bajo el precepto de que es un fenómeno monetario. “Teníamos que terminar con la inflación. Sin lugar a dudas es clave siempre tener un buen diagnóstico y afortunadamente, gracias a ese enorme equipo que lidera Toto Caputo, pudimos darle un golpe certero desde el primer momento. Noten que no la defino como la suba generalizada de precios, sino como la pérdida de poder adquisitivo del dinero. No tengo ese mal hábito que cree que es culpa de los empresarios que ponen precios altos. Me acuerdo de mi predecesor en el cargo, que decía que la inflación la producían los diablos. Las fuerzas del cielo los mató a todos”, enfatizó.
Entre elogios que también le giró a sus ministros Sturzenegger; Pettovello, de Capital Humano; y Bullrich, de Seguridad, Milei indicó hacia el año próximo, donde habrá comicios legislativos: “Vamos a un esquema de déficit y emisión cero en un año electoral. ¿Qué político ha hecho eso en la historia de la humanidad? Desde mi punto de vista, no pasó nunca”.
En el último tramo de su extensa alocución, el Presidente calificó a los empresarios como “benefactores sociales que pueden cambiar la realidad” y, al igual que Sturzenegger más temprano, les pidió tomar un rol activo. “Nosotros les estamos dando un terreno de juego liso, donde puedan jugar, dándoles reglas, un marco; pero la creación de riqueza va a depender de ustedes. Ustedes son los que van a hacer a la Argentina grande nuevamente”, les dijo, con un paralelismo a la típica frase del candidato republicano y expresidente estadounidense Donald Trump, a quien admira.
Para concluir, y bajo esa postura, Milei expresó: “Y si no es ahora, ¿cuándo? Es ahora, es ahora, porque esto nunca pasó en la historia argentina, pero para que pueda perdurar requiere que sea exitoso y esto va a ser exitoso cuando haya crecimiento, cuando ustedes decidan ponerse al hombro su rol de emprendedores y ganar el mercado. Eso va a traer prosperidad a todos”.
La particularidad de esta salida del Presidente es que la hizo sin su hermana, la secretaria general, Karina Milei, su tradicional escolta, que se encuentra en París, Francia, por actividades que tiene a través de Marca País, área que heredó de la Cancillería, que ahora está bajo su mando y cuyo titular es Diego Sucalesca.
Al arribar a Mar del Plata, el líder libertario fue recibido por el intendente Guillermo Montenegro, de Pro, quien ayer había estado con el expresidente Mauricio Macri.
Sturzenegger habló de “deep motosierra” e hizo un pedido
Más temprano, Sturzenegger hizo una presentación de poco más de media hora en la que les exigió a los empresarios que dejen de pedir que el Gobierno les baje impuestos, pese a que ese había sido uno de los principales lemas de la campaña de Milei, y les recomendó que a cambio reclamen reducción del gasto público. “No me vengan a pedir baja de impuestos porque rebotan como una pelotita de ping-pong, es como si no me lo hubieran escrito”, les aclaró.
En tanto, anunció que comenzará una etapa de “deep motosierra” en las distintas áreas del Ejecutivo y hasta bromeó con que quería llevar una y ponerla en el escenario para ilustrar su charla, pero alegó que el personal de seguridad no lo dejó. “Implica ponerse en cada lugar y decir ‘vos qué hacés’”, adelantó.
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