Nicolás Godoy tiene 26 años, es oriundo de Eldorado y, como muchos otros estudiantes, hace casi una década emigró a Posadas estudiar profesorado en Historia en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales (Fhycs), donde además de formarse como profesional también se involucró políticamente y hoy es uno de los referentes más jóvenes y activos que busca ganar espacio en las filas del radicalismo.
Pese a ser de “cuna peronista”, Nicolás aseguró haberse “fascinado” por “los valores y la historia” de la construcción del radicalismo, motivo por el cual hoy milita la bandera roja y blanca junto a Lucas “Chocho” Gómez y Ariel “Pepe” Pianesi, hoy diputado provincial y presidente del bloque de la Unión Cívica Radical (UCR), junto a quienes reconoció identificarse en su carrera de formación política.
Simultáneamente, ejerce como profesor de Historia en la capital provincial, lo que consume la mayor parte de su tiempo, aunque desearía poder contar con el capital económico y social necesario para seguir practicando lo que más le apasiona: la militancia por el radicalismo.
Después de Ainara Lewtak, referente e influencer libertaria en la tierra colorada, La Voz de Misiones entrevistó a Nicolás Godoy para seguir conociendo a los nuevos militantes de los diversos espacios políticos, saber qué piensan, escuchar sus preocupaciones y dar lugar a sus reflexiones sobre el presente y el futuro.
Adoctrinamiento vs pluralidad de ideas
Durante la entrevista, Nicolás aseguró que su involucramiento en la política comenzó en la facultad y contestó a esa narrativa discursiva que apunta a instalar la cuestión del “adoctrinamiento” de las universidades públicas.
“Lo que hay es pluralidad. Hay diferentes ideas, hay mucho debate y mucha discusión política. Cada uno puede decir lo que piensa. Entonces, vas a entrar y vas a ver murales, carteles, pero adoctrinamiento no. Además, uno como docente sabe que para que alguien pueda adoctrinar a otro, esa persona tiene que tener la cabeza vacía y eso cuando uno llega a la facultad no pasa”, refutó.
Y sumó: “Cuando vamos a la facultad a hacer ciencia tenemos esa rigurosidad necesaria que nos aporta la disciplina y no permite ese adoctrinamiento. Después cada uno si quiere participar o no es libre. Hay mucho debate, mucha discusión, pero nadie está obligado a nada en la facultad”.
Sobre sus inicios, narró que “cuando entré a la facultad me empecé a involucrar y me gustó mucho porque sentía que había muchas cosas para mejorar en ese momento” y marcó como hito clave para profundizar su participación en la política cuando un docente de mucho peso en Historia decía que por “pensar distinto” podía tener complicaciones en la carrera. “A mí eso realmente me molestó un montón”, cuestionó.
Con ese impulso, y acompañado por uno de sus hermanos, decidió dar el paso e iniciar su militancia dentro de Nuevo Espacio, una agrupación política estudiantil creada en la última década, en la que confluyen simpatizantes del radicalismo y autónomos.
El radicalismo como identidad
De cuna peronista y sindicalista desde el linaje paterno, Nicolás decidió ampliar el espectro de pensamiento político dentro del círculo familiar al formar parte de Nuevo Espacio y desde allí conoció a grandes referentes de la historia del radicalismo misionero.
“Mis hermanos por ahí eran simpatizantes, pero mi familia es re peronista. Mi papá trabajaba en Alto Paraná y tuvo un poco de participación sindical antes de que yo naciera. Tengo varios tíos, uno en Buenos Aires que es delegado de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), otro acá delegado de obras sanitarias, mi abuelo militó en la Uatre, mis dos abuelos muy peronistas”, recordó con cierta alegría.
Sin embargo, desde lo personal, afirmó “llegué a la facultad y realmente me sorprendió lo que representaba Nuevo Espacio en ese momento. Era la agrupación reformista, también ligada al radicalismo, aunque no tanto como Franja Morada. Surgió como un desprendimiento de esa primera agrupación”.
Con el correr del tiempo, el entusiasmo, la empatía y las inquietudes que lo caracterizan, lo llevaron a conquistar el Centro de Estudiantes de la Facultad de Humanidades, desde donde ejerció el cargo de presidente. Fuera del ámbito universitario, en tanto, alcanzó el cargo de vicepresidente de la Juventud Radical de Misiones.
“Nosotros en la facultad fuimos la única agrupación que fue centro de estudiantes sin tener un decano o un rector de su lado”, contó con orgullo, mientras hizo referencia a otras agrupaciones estudiantiles que tenían alguna figura de autoridad como aliada dentro de la gestión universitaria.
“Pudimos demostrar que se le puede ganar. Recuerdo que hubo elecciones en las que venía hasta el municipio u organismos provinciales a ayudar en las campañas de las agrupaciones con las que competíamos y le ganábamos igual, porque teníamos ese trabajo de estar cerca de la gente, militar, tener creatividad, ser genuinos y representar con el ejemplo”, completó.
En ese sentido, Godoy pregonó el involucramiento en la participación política e hizo hincapié en que “la participación política no necesariamente tiene que ser partidaria. Hay muchas formas de involucrarse; en el barrio, en la facultad, en la escuela, en tu trabajo, en tu colegio profesional, lo que sea. Hay muchísimas formas de participación política para tener una sociedad mejor”.
Militancia, redes y la “antipolítica”
Diferenciándose de la nueva oleada de posteos en “X” que patearon el tablero para dar un nuevo “cambio cultural”, Nicolás apreció que desde su origen “la militancia se caracterizaba por forjarse en el cara a cara, en los pasillos, en las aulas y en los barrios”, aunque reconoció la irrupción de las redes como importante a la hora de comunicar en esta nueva era.
En esa línea, admitió que el presidente Javier Milei supo entender las nuevas lógicas y estrategias de comunicación para poder llegar al poder, aunque se diferenció de él y reflexionó sobre lo que considera “sesgo de información” en las redes.
“Sin dudas que él entendió su tiempo. Entendió la lógica de las redes sociales, cómo funcionan los algoritmos, también tiene un equipo de campaña y de marketing. Imaginate que el vocero presidencial tienen rango ministerial y la educación tiene solo una secretaría, entonces vemos que para este gobierno la propaganda política de comunicar es la piedra fundamental”, analizó.
Y trazó: “Yo veía en él una persona poco seria y poco coherente. Un perfil que para mí es todo lo opuesto a lo que considero que está bien o que es ser un político, pero siento que pasa esto del sesgo de información en las redes sociales de cada uno, que el algoritmo te va mostrando lo que a vos te gusta o lo que es afín a tu forma de pensar, como los propios grupos donde uno se rodea.
Godoy volvió a marcar diferencias con el gobierno nacional y ejemplificó que “dentro de la facultad, entre los diferentes arcos políticos tenemos más coincidencia frente a lo que está gobernando ahora. A comienzos de este año me entrevistaron en un canal con un militante del partido comunista y ellos en la facultad siempre nos mataban a nosotros, pero en este nuevo contexto estábamos del mismo lado, cosa que era impensado hace algunos años atrás”.
De esta manera, el profesor de Historia reconoció una dicotomía vigente entre la política y la antipolítica, siendo esta última propia de quienes sostienen el gobierno actual. “Hay valores que son trasversales a diferentes partidos políticos. Por ejemplo, el tema de las universidades, los jubilados, gran parte del arco político se agrupa para defender esos valores y les sirve”, señaló.
Sobre la actual “descalificación” de la política profundizó: “Hubo frustraciones con Alberto, con Macri, con Cristina, y ahora todo eso que monopolizaba la política argentina no funcionó, defraudó, fracasó. Siento que la gente saltó a lo desconocido por alguien que representaba esa bronca contra los políticos de siempre”.
En cuanto a la idiosincrasia y las nuevas formas de hacer política, analizó que “estamos en una situación muy compleja, muy desafiante y novedosa. Siento que el arco político en general y opositor no le está encontrando la vuelta, tiene miedo a criticar o no sabe cómo volver a representar a la gente. Entonces, todas las cosas negativas que está haciendo el gobierno no las está canalizando nadie. Es la gente en la calle, sobre todo los estudiantes los que están demostrando esa oposición al gobierno, pero todavía no se está sintetizando en ninguna oferta política”.
Desde ese punto de partido, admitió que a nivel provincial no se siente totalmente representado por la UCR provincial, en tanto que a nivel nacional reconoció las figuras de Facundo Manes y Pablo Juliano, aunque “todavía no tienen una relevancia o potencia suficiente como para conducir el partido”.
Como radical y egresado de la universidad pública, Godoy tampoco esquivó la pregunta referida al accionar del diputado Martín Arjol a la hora de acompañar el veto presidencial a la ley de financimiento universitario.
Godoy eligió hablar de “crueldad” para no incurrir en una mala palabra. “Es muy cruel lo que hizo, no hay empatía, no hay un ponerse en el lugar del otro, no hay ni un poco de tacto social. No tiene nada que ver con los valores ni con la historia del radicalismo, absolutamente nada que ver”, arremetió.
Y apuntó sin vacilar: “Nosotros creemos que tiene que seguir con su carrera por fuera del partido porque ¿para qué está en un lugar donde los valores no les importa o no los representa?”.
Estudiar y trabajar
En un contexto de facultades tomadas a nivel país en reclamo a las políticas de desfinanciamiento a la educación y con los estudiantes siendo blancos de críticas y estigmatizaciones por parte de sectores de ultra derecha, el eldoradense planteó una realidad que afecta a la mayoría del estudiantado.
“Siempre se cuestiona mucho la tasa de egresados de la facultad, pero para mí es algo completamente lógico que no aumente porque cada vez hay más estudiantes que trabajan. Los invito a ver los apuntes que tiene cada estudiante para una sola materia. Si tenés que trabajar y estudiar, obviamente que te va a llevar más tiempo que las personas que tienen la posibilidad de dedicarse exclusivamente a estudiar, y cada vez son más los chicos que se ven obligados a buscar trabajo porque no llegan con el alquiler y los gastos”, postuló.
“Hay un contexto económico que hace que la gente tenga que salir a laburar y termine priorizando el laburo, el comer, el llegar a fin de mes y pagar las cuentas, y no le da ni el tiempo, ni la fuerza física, ni la fuerza mental ante toda esta ansiedad que produce de decir ‘Che no sé a cuánto se va ir el alquiler una vez que termine el contrato’ y que se te vaya 100%, 150%. Tampoco sabes a cuánto se va la luz. Y no, claro, esa no es la condición más propicia para tener que leer libros y libros para poder aprobar una materia”, describió con crudeza.
Para Godoy, la informalidad laboral es otra preocupación de los jóvenes y una de las problemáticas que los últimos gobiernos no supieron atender. “Hubo destrucción en la institución trabajo. Primero tenés que el trabajo en blanco es cada vez más escaso, hay mucho trabajo en negro, tenés muchos monotributistas, que en realidad son trabajadores que cobran un sueldo pero te tenés que poner esa figura legal para que te tomen. Con eso tenés una inestabilidad y una precariedad tremenda. No es estar negro, es estar en gris, pero a veces capaz es mucho peor”, expuso.
Espíritu internista y necesidad de nuevos liderazgos
Durante la entrevista, Nicolás también dio su perspectiva sobre la situación de la UCR en Misiones, cuestionando el espíritu “internista” del partido y planteando la necesidad de “nuevos liderazgos” por fuera de los porta apellidos.
“Siento que tenemos que darnos la tarea de construir un nuevo proyecto en común. Siento que hoy en día la UCR Misiones no tiene un proyecto de poder, no tiene una forma de compartir a la ciudadanía la concepción de provincia que quiere, siento que se queda mucho en la crítica porque la ley de lemas esto, porque la aduana paralela esto, entonces son todas criticas a la Renovación pero no hay otra propuesta, otra narrativa de provincia que interpele realmente a la gente”, apuntaló.
Para Godoy es clave la formación, la lectura, la actividad intelectual, como herramienta para producir ideas y proyectos innovadores que permiten imponerse, no solo ante la Renovación, sino también frente a los históricos dirigentes que lideran el partido en la tierra colorada.
De ejemplo puso lo que sucede puertas adentro de la UCR Misiones. “A los radicales siempre nos dicen ‘internistas’, es como que nos pasamos peleando entre nosotros en lugar de competir por el poder en las elecciones generales y muchas veces lastimosamente es cierto. Entonces creo que tiene que haber un cambio de mentalidad, tienen que surgir nuevos liderazgos, pero también es difícil y no siento que sea culpa de alguien en particular. Si vemos que hay tal o cual referente político en los cargos de representación bueno, hay que ganarles, no queda otra”, consideró.
Y añadió: “Pero no es tan fácil. Tienen su gente, a determinado grupo interpelan, representan y por eso están en el lugar en el que están. Obviamente que es difícil, por ahí para las personas que no somos descendientes de familias políticas, podemos pensar en el esquema de Arjol es hijo de una diputada, el presidente del partido es un Arrechea y después tenés un Argañaraz que es hijo del ministro de gobierno durante el gobierno de Cacho (Barrios Arrechea). Después tenes otras personas que si bien no vienen de familias políticas pero sí tienen un capital económico más importante, pero siento que los que tenemos más ganas de transformar la sociedad somos los que venimos de la universidad. Tenemos las ganas, tenemos el contenido, pero faltan los recursos, tenemos que salir a trabajar como cualquier ciudadano”.
Godoy ponderó una y otra vez a la universidad como una gran herramienta, no solo de formación y sino también de transformación. “Me acuerdo que cuando llegue a la facultad, una estudiante tenía una remera que decía: ‘Una vez que abrís los ojos no los podes volver a cerrar’. Entonces una vez que te involucras y ves todas las cosas que podes hacer, las cosas que están mal, que están bien, todo lo que desde tu lugar podes llegar a conseguir, es muy difícil volver a tu casa y decir no me meto más, porque sabes que están pasando un montón de injusticias que no las vas a poder solucionar todas, pero en algo vas a poder ayudar, a alguien le vas a poder dar una mano, me parece que ese principio de solidaridad debería ser rescatado y es uno de los principios del radicalismo también”, cerró.