La campaña presidencial en EEUU levanta presión a medida que se aproxima su desenlace. Los candidatos disparan acusaciones de todo tipo en un nivel de decadencia sin precedentes. Una propuesta del candidatoa vicepresidente de Trump dispara todas las alarmas en la población de indocumentados.
Estados Unidos atraviesa estas semanas las elecciones más calientes y polarizadas de los últimos tiempos. El miedo a lo que puede pasar si gana el candidato contrario conduce la intención de voto de los electores estadounidenses. Tanto de un lado como del otro hay acusaciones directas vertidas por los candidatos hacia su contrincante. Sin embargo, desde Los candidatos republicanos hay una promesa que despierta el fantasma de la xenofobia.
“Un millón para empezar”, fue la propuesta que expuso en un medio norteamiricano el compañero de fórmula de Trump, JD Vance. En este sentido, el candidato a la vicepresidencia expresó que la deportación masiva de migrantes podría comenzar con un millón de personas indocumentadas. Desde la campaña republicana se insiste en un lema que resume el punto de partida de un posible gobierno de Trump: ¡Deportaciones masivas ahora!
Indocumentados: el recuerdo de una terrible medida de Trump
Según los datos estadísticos, los migrantes indocumentados representan 3,3% de los habitantes de Estados Unidos. De estos 11 millones de personas al menos 8,3 millones son trabajadores, de acuerdo con el instituto de investigación Pew Research Center. La mayoría de los indocumentados se concentran en seis estados: California, Texas, Florida, Nueva York, Nueva Jersey e Illinois.
Sin embargo, detrás de las estadísticas, hay 11 millones de personas que representan una realidad terrible. Las masas de migrantes se movilizan por razones que involucran crisis humanitarias, económicas y políticas motivadas por la supervivencia. Detrás de la mayoría de las personas que arriesgan sus vidas para llegar al país del norte no los mueve alcanzar el sueño americano. Es el simple hecho de vivir sin el miedo a morir de hambre, asesinados o en cautiverio por razones políticas a raíz de todo tipo de torturas.
El miedo en la población indocumentada de Estados Unidos no está infundado. Durante su primer gobierno (2017-2021), Trump tomó una medida sin precedentes en el país del norte. Separar a los padres de sus hijos para disuadir a las familias de emigrar hacia EE.UU. sin seguir lo marcado por la ley. Esta medida, tomada de manera apresurada, sin una planificación adecuada, avasallando el derecho de miles de familias provocó una herida profunda. Millones de personas revivieron el terror que los obligó a marcharse de sus países en el país al que acudieron en busca de seguridad. Es por ello que ante la propuesta de deportaciones masivas del candidato republicano se gatillen el miedo, la ansiedad y la incertidumbre ante el futuro.