Mientras todavía resuenan el escándalo de pedofilia y tenencia y distribución de material de abuso sexual infantil, que tiene como protagonistas a los detenidos hermanos Kiczka, el radicalismo de Apóstoles decidió prestar su sede para una fiesta de “Halloween” llena de menores de edad y alcohol.
El permiso fue otorgado por Germán Ponce, presidente del comité local de la UCR y allegado al diputado Ariel Pianesi. En la sede partidaria se encontraron 150 adolescentes de entre 13 y 17 años, varios adultos y una ingente cantidad de bebidas alcohólicas.
El festejo fue detectado el domingo a las 3, cuando vecinos alertaron de la presencia de menores de edad en la sede partidaria. La Policía llegó al local ubicado en la avenida Humada Ramella, donde los agentes constataron la presencia de casi 150 personas, la gran mayoría menores de edad que habrían pagado 3.500 pesos para poder entrar. Tras inspeccionar el lugar, clausuraron el evento clandestino y secuestraron las bebidas alcohólicas. Además, los adolescentes fueron entregados a sus tutores para su guarda y cuidado.
Los responsables de estas fiestas fueron notificados sobre la causa y deberán presentarse ante el Juzgado de Faltas correspondiente a su jurisdicción.
La fiesta clandestina sorprendió a los vecinos de Apóstoles, que todavía no salen de su asombro por el caso Kiczka, que también tuvo como ingrediente las fiestas con menores de edad, coordinadas por Sebastián, uno de los hermanos detenidos en el penal de Cerro Azul.
Curiosamente, el radicalismo misionero durante toda la investigación hizo un llamativo silencio sobre los aberrantes gustos sexuales de Germán, quien integró la lista de Cambiemos, cuando Martín Arjol fue candidato a gobernador.
No fue el único “evento” del fin de semana que involucró a menores de edad. En Oberá se desbarató otra fiesta clandestina, en la calle Paraguay y Hernández. Los vecinos se quejaron de la cantidad de adolescentes circulando por el barrio consumiendo alcohol. Cuando la Policía llegó, se encontró con una fiesta no habilitada con más de 150 adolescentes, menores de edad y consumiendo todo tipo de bebidas alcohólicas.
Posteriormente, notificaron al propietario del lugar, un hombre de 52 años, y procedieron a desalojar el predio. Los menores fueron reintegrados a sus hogares junto a sus familiares. El adulto que se presentó ante los policías fue Rodrigo Judais, padre de un adolescente que organizó la fiesta. Judais tiene una agencia de juegos de azar y fue en un par de oportunidades candidato a intendente por sublemas renovadores.