La transición agroecológica ya es un hecho en Misiones, donde los productores adoptan y defienden el uso de los bioinsumos en sus chacras, por el aumento de los rindes, la preservación de la salud y la calidad del alimento.
La transición agroecológica ya es un hecho en Misiones, donde los productores adoptan y defienden el uso de los bioinsumos en sus chacras, por el aumento de los rindes, la preservación de la salud y la calidad del alimento.
A partir de la Ley de Bioinsumos que terminó por consolidar un objetivo claro para Misiones en la transición hacia la producción agroecológica, se inició un proceso de difusión y capacitación para los productores locales. Con diferentes medidas, como la entrega de kits de biofertilizantes y bioinsecticidas naturales, cada vez son más los que eligen este camino para darle valor agregado a sus cultivos.
Tal es el caso de Carlos Padilla, un productor de Pueblo Illia en el interior de la provincia, que pudo recuperar su yerbal gracias a la implementación de estos bioinsumos. “Hace tres años que estoy en la chacra y mi yerba estaba muy fea”, aseguró.
No obstante, este año logró revertir esta situación gracias a un cambio estratégico en el modo de producir. “Este año ya saqué entre 9 mil y 10 mil kilos de yerba, con un año apenas que empecé a pasar (el bioinsumo)”, comentó. Incluso, los resultados llegaron al punto en que confía superar la barrera de los 17 mil kilos por cosecha. Es decir que estaría multiplicando por diez su producción, teniendo en cuenta que obtenía mil setecientos kilos por hectárea antes de la aplicación del bioinsumo.
“Tengo la yerba, hago mucha producción de verdura para la gente del pueblo”, indicó sobre su producción diversificada. Los aumentos de su rentabilidad sorprendieron a su entorno, que no saben cómo pudo hacer todo con la única ayuda de su esposa. “Hacerle caso al ingeniero que nos explicó que es mejor aplicar antes de la lluvia, por lo menos un día antes”, explicó sobre las capacitaciones.
La capacitación, una instancia necesaria en el uso de los bioinsumos
Para conocer todas las aristas de esta cadena de valor en la producción misionera, es importante tener en cuenta la mirada de los formadores. En diálogo con Marcelo Pérez, Coordinador provincial de Fortalecimiento Productivo de la Vicegobernación, quien colabora con las capacitaciones que el Ministerio del SAgro realiza con los productores, Canal 12 pudo corroborar cómo es la dinámica entre el Estado provincial y las cuencas productivas.
“Hoy en día, a nivel nacional, ya hay unas cinco o seis empresas que yo conozco por lo menos que están haciendo bioinsumos, o sea: fertilizantes, insecticidas, microorganismos, todo a base de material biológico vendría a ser”, señaló.
Respecto de las instancias de formación, dijo: “básicamente tenemos técnicos por territorio, digamos, que son los encargados de justamente ir a buscar grupos de productores, ya sea de los que producen hortalizas, tenemos productores yerbateros, tenemos productores tabacaleros, tenemos una cuenca de frutales”.
En ese sentido, indicó que “generalmente, nosotros manejamos un rango de pequeños productores que en la chacra tienen diversificación de producción, por ahí tienen dos hectáreas de yerba, tienen su huerta, tienen algo de tabaco”. Y agregó que “obviamente estos productos se usan mucho, digamos, también porque obviamente todo lo que son insumos agrícolas tiene su costo hoy en día”.
Sobre la evolución que ven en los productos con respecto al uso sostenido en el tiempo, reveló que “son más lentos pero hay resultados”. Por ello, argumentó que “la capacitación tiene que estar sí o sí en esto de los bioinsumos, que no quiere decir que nosotros no podamos mechar, digamos, con manejo agroecológico de producción que va de la mano”.
Además, sostuvo que “esa es la línea que tenemos hoy en día: un tipo de producción sustentable vendría a ser, más sana para el ser humano y viene haciéndose notar en la sociedad porque ya tenemos un público que lo requiere”. Sobre este usuario objetivo, aclaró que “se está interiorizando por comer bien, básicamente, y por tener un alimento que sea trazable”.
La historia de dos modelos diferentes de producción
Hace varios años, 38 familias se repartieron la tierra de Misiones. El proceso se inició cuando la provincia dependía de Corrientes, entre 1832 y 1881, antes de pasar a ser territorio nacional. Por incidencia correntina, se malvendieron tierras misioneras a pocas familias por un precio vil.
La maniobra se agudizó cuando se acercaba el momento de la federalización de Misiones. Los compradores fueron grandes familias terratenientes de la pampa húmeda. Además, de esas 38 familias, a las pocas semanas, hubo 29 que revendieron las tierras. Luego, Misiones se convirtió en territorio nacional en 1881 y comenzó el proceso de colonización. Entonces, hubo que liberar tierras mediante acuerdos, especialmente en la sierra central.
De esta manera, se fue conformando la estructura de minifundio en la provincia. Perfil que mantiene hasta hoy y se adaptó, en los últimos años, con las formas de cultivo más amigables hacia el medio ambiente. De esta manera, el modelo misionero de agricultura orgánica se contrapone con lo registrado en la Pampa húmeda, basada en latifundios y los intereses de las grandes corporaciones químicas.