James está en el mercado y podría salir en invierno: ¿qué hará Rayo?
El colombiano no dispone de muchos minutos con el técnico Íñigo Pérez.
James Rodríguez en Rayo Vallecano
Foto: EFE
05 de noviembre 2024 , 07:43 p. m.
¿Cuál es la prisa? Solo él lo sabe. Lo cierto es que James Rodríguez ha vuelto por sus fueros y ha empezado a sonar en España no por su impacto deportivo sino por posibles diferencias con su entrenador.
La historia se ha contado muchas veces en los últimos años, en los que el capitán de la Selección Colombia ha firmado por sus prestaciones vestido de amarillo y luego se ha ido al no ser capaz de replicar ese rendimiento en el trabajo del día a día de un club. No siempre fue su responsabilidad, pero lo que vive ahora en Rayo Vallecano no es casualidad.
El villano de la película es Íñigo Pérez, el DT que tiene al modesto club español en la novena casilla de la tabla de posiciones de LaLiga con 16 puntos, a tres de zona de clasificación europea. ¿Bueno? Buenísimo para un equipo acostumbrado a pelear en zona de descenso.
¿Cambiar por James?
Por eso es tan compleja ahora la situación con James Rodríguez, quien debe sentir que con su buen rendimiento del año, siendo MVP de una Copa América y sin asomo de los problemas físicos que antes lo limitaron, merecería más continuidad.
El tema es que a Pérez no se le puede exigir que cambie todo lo que le funciona para acomodar una sola pieza, por más que se trate del 10.
¿Por qué cambiarlo? Algunos dirán que para aprovechar el talento en el pase y el remate del zurdo, para usar su amplia experiencia y darle un poquito de picante al ataque.
El tema es que no es a lo que juega Rayo Vallecano, que las cosas, que el de Íñigo Pérez es un equipo que basa su trabajo en tres pilares: presión, intensidad y transiciones, justo los puntos en los que el 10 no es precisamente el más fuerte.
Eso explica que Isi Palazón haya sido el titular en toda la temporada, con un gol y una asistencia en su balance. Eso le ha dado a Trejo la posibilidad de tener más continuidad que el propio James (lleva dos partidos de titular). No es que alguno de los dos sea mejor que el colombiano, es que para lo que quiere el DT son ideales y, por muy estrella que sea el recién llegado, no habrá un equipo que juegue para sus características, como sí sucede en la Selección Colombia.
La dirigencia del Rayo ya envió un primer mensaje al respaldar a un entrenador que será joven e inexperto pero altamente eficiente. Así que intentar hacerle mal ambiente ya no funcionará: es más fácil que se vaya el que no es indispensable y además es costoso, a que se vaya el que da resultados. No es tan difícil la apuesta.
Ahora la situación es clara: James podría salir de nuevo al mercado en invierno, una época fatal porque se pierde la pretemporada con cualquier equipo que apuesta por él y si él no tiene la suficiente adaptación se va a exponer a lesiones. El historial así lo demuestra.
Así que viene la incertidumbre de siempre, la discusión del que sea el mejor club para mantenerlo a tope en la Selección Colombia, la dinámica de amor y odio que marcó sus últimos cinco años de carrera. ¿Hasta cuándo? Tal vez sea hora de parar de hablar de empresarios y rumores, muchos de ellos inexistentes, y empezar a probar la fórmula de la paciencia, el sacrificio, la nobleza. No hay docenas de equipos pujando por él y pudo comprobarlo en el último mercado de verano, que es el que abre más puertas. No pasó tanto tiempo así que nada indica que esta vez sí lo quieran muchos. Ojo James, el tiempo juega en contra…