La voz de Eduardo van der Kooy
En el último tramo del primer año de Javier Milei en el poder se comienzan a observar rasgos capaces de delinear la arquitectura que La Libertad Avanza, o los libertarios, van imaginando para la democracia. En la percepción de Marlies Glasius, académica de la Universidad de Amsterdam, los sistemas tradicionales en la nueva época también estarían dando cabida a lo que define como “iliberalismo”. Formas de gobierno más cerradas, personalistas y hasta autoritarias.
En el caso de Milei se estaría verificando un paralelismo entre su momento de auge y la consolidación en su narrativa de viejos y nuevos enemigos. Regresando a la holandesa Glasius, sin hacer distinción de ideologías, revela que aquella tendencia se potenciaría con prácticas amenazantes hacia las autonomías y divergencias naturales de cualquier democracia. Se podría, a trazo grueso, señalar el reciente recorrido presidencial: la venia para la aparición en público de lo que sus propios militantes denominan “guardia pretoriana”; los nuevos ataques al periodismo convencional bautizado por él como “torturador”; el anuncio de la ruptura pública en la cima del Poder Ejecutivo al declarar a la vicepresidenta, Victoria Villarruel, como una marginal política. Ladera, según aquella visión, del círculo rojo o de la meneada “casta”.
Convendría reparar en esta coyuntura donde se encuentra Milei. Tal vez ayuda a comprender el contexto descripto. La estabilidad macro económica del último mes y medio parece haber provocado desplazamientos en la opinión pública. De acuerdo con la consultora ARESCO, una de las que señaló su caída en septiembre, el Presidente estaría ahora con valores similares a los que tuvo en noviembre del 2023 cuando derrotó en el balotaje a Sergio Massa. La imagen que estaba en 49.9% hace un mes se estiró hasta el 54.1%. La valoración de la gestión llega al 53.5%. Las expectativas, el verdadero combustible de su poder, también han venido escalando. Del 31% en septiembre pasó al 40% en octubre. En noviembre está redondeando un 48%.
En otras circunstancias, a lo mejor, la irrupción de la“guardia pretoriana” o el “brazo armado”increpante que utiliza la cabeza pretoriana, Daniel Parisini, el Gordo Dan en la clandestinidad de X (retuiteado siempre por el Presidente y compinche del joven asesor Santiago Caputo) que llama “zurdos de mierda” al que piensa distinto, se agregó una coreografía de reminiscencias fascistoides y la convalidación que brindaron con su presencia legisladores nacionales, provinciales y funcionarios del Gobierno.
Un detalle de la geografía sirvió también para la compaginación final. El acto se realizó en el Salón de la Sociedad Italiana de San Miguel. Un municipio donde hace años realiza una fuerte actividad pública un sector muy conservador de la Iglesia Católica, el Opus Dei. Contradictor del Papa Francisco. La intendencia estuvo largo tiempo a cargo de Joaquin de la Torre, ex ministro de María Eugenia Vidal, sumado a las filas libertarias. Su hermano, el médico Pablo De la Torre, resultó echado de mala forma del ministerio de Capital Humano, que conduce Sandra Pettovello. Fue Secretario de Niñez y Familia. Nunca se conocieron los verdaderos motivos aunque, al comienzo, dejaron trascender problemas de idoneidad. Los hermanos evitaron cualquier enojo público contra el Gobierno.
La “guardia pretoriana” compuso el prólogo del libreto que durante la semana pasada desarrolló Milei. El autor fue el intelectual Agustín Laje y cargó contra el periodismo desnudando, quizás por su juventud, falta de conocimiento. Sostuvo que antes la gente no podía interactuar con los periodistas y que era esclava de sus opiniones. “Hasta que llegó tuiter”, subrayó. Mucho antes estuvo Internet, convertido en puente entre oyentes-lectores-televidentes y periodistas.
Aquel puntapié inicial fue retomado por Milei. Mencionó la corrupción de los medios de comunicación. Debe haberla como en cualquier ámbito, incluido el oficial. Dijo que “a pesar de que generamos noticias maravillosas, hablan pestes, quieren mentir, calumniar, ensuciar, decir cualquier aberración y pretenden que yo ni siquiera las conteste”. El Presidente parece tener dificultades para distinguir una respuesta de un insulto. Las mismas dificultades para entender que sus “noticias maravillosas” pueden no serlas para todos. Se trata de la pluralidad de opiniones que suele atravesar de modo vertical a cualquier pirámide social.
En aquel pico de ira Milei explicó que, por aquellos motivos, los periodistas odian a la red social X y nosotros, los libertarios, amamos a la red X”. Vale una precisión: X es una formidable herramienta de divulgación informativa que posee estándares diferentes al de un medio de comunicación tradicional. Entre muchas cosas, porque el periodista da la cara o pone su firma mientras aquella red social navega mayoritariamente en el anonimato.
Solo el tiempo podrá determinar cuánto de los beneficios innegables de la red X transforman su tráfico en un aporte para mejorar o cambiar los sistemas políticos. El ícono al que siempre se suele remitir es la célebre Primavera Árabe del 2011. Una barahúnda de protestas populares contra los regímenes autoritarios. Pasada la euforia, y con la excepción de Túnez, la mayoría de las naciones (Libia, Siria, Yemen, Jordania, Egipto) no han logrado quebrar el estatus anterior a la revuelta promovida por las redes.
Entre las referencias a las supuestas malicias periodísticas hubo una que llamó la atención. El Presidente reveló que habría sido víctima de espionaje en la Quinta de Olivos. Según había trascendido tiempo atrás, para conocer el modo en que viven sus cuatro perros. Milei dijo que el predio fue sobrevolado por tres drones. La seguridad del mandatario los habría derribado. Nunca se divulgó quiénes habrían hecho la operación. Bastante sencillo de desentrañar. Opacidades del poder extraviadas en el tiempo.
La estrategia de coyuntura del Presidente puede haber sido atizada por el regreso victorioso de Donald Trump en Estados Unidos. Elon Musk, dueño de X, ocupará por un año un ministerio. El líder republicano llegó con una apuesta a la radicalización que incluyó a “la casta” (demócratas y viejos republicanos), a la Justicia y a los medios de comunicación. En ese afán por extremar la pureza pensando en las legislativas 2025 Milei se encargó de darle un empellón a Villarruel. ¿Hacía falta transparentar esa crisis?. Tal vez no, aunque el momento de euforia pudo haber franqueado el consejo de un “guardián pretoriano” que convocó a “cerrar escudos con el Presidente, porque van a ir por él”. Hace tiempo que los “libertarios puros” desconfían de los tratos de la vicepresidenta con ciertos políticos de la vieja guardia.
Dentro de aquella estrategia se mechan también algunos revoleos. Nadie tiene certeza cuando el Gobierno dice la verdad y cuando finge al comunicar su afán por hacer aprobar el Presupuesto, conseguir la eliminación de las PASO y sancionar la Ley de Ficha Limpia que hace ocho años deambula por el Congreso.
Los gobernadores aliados del PRO y los peronistas que se acercaron a la administración libertaria (Raúl Jalil, de Catamarca y Osvaldo Jaldo, de Tucumán) llegaron a este fin de semana sin ninguna garantía que sus pedidos serán contemplados en el Presupuesto 2025. La realidad puso en marcha un operativo que ya fracasó una vez: la posibilidad de que el martes que viene se intente otra sesión para modificar la reglamentación que concede validez a los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU).
Suena a gesto desesperado para intentar forzar al Gobierno a ocuparse del Presupuesto. Milei no se inmuta con las dilaciones y abre otros frentes: el proyecto para eliminar las PASO. Un cambio que podría ocurrir en medio del año electoral. Difícil pero dulce para el paladar presidencial: tendrá otro argumento si la iniciativa se diluye para acusar a “la casta” de erogaciones de innecesarias para el Estado. Entre los apuntados podrían estar, paradójicamente, sus aliados del PRO.
Las paradojas están a la orden del día en el teatro de la política. El macrismo es entusiasta impulsor de la Ley de Ficha Limpia, cuya sesión fracasó la semana pasada. Los libertarios aseguran que acompañan. No se notaría tanto. Quizás porque no querrían correr el riesgo que Cristina Fernández deba resignar su postulación si aquella norma se aprueba. Aun así muchos expertos dudan acerca de si podría entrar en vigencia en pleno año electoral.
El kirchnerismo está atrincherado detrás de la modificación que en 2009 dispuso del artículo 33 de la Ley Orgánica de los partidos políticos. Estableció que las personas procesadas por delitos de derechos humanos están impedidas de ejercer cargos electivos y partidarios. Aquel artículo incluía también en la prohibición a “quien incurriere en grave delito doloso contra el Estado que conlleve enriquecimiento”. Dicha equiparación fue defendida en la Constituyente de 1994 por Horacio Rosatti. Ahora titular de la Corte Suprema. La diputada del PRO, Silvia Lospenatto, denunció esa arbitrariedad casi mafiosa del kirchnerismo.
Martín Menem, a cargo de la sesión de Ficha Limpia, no concedió un minuto de espera cuando el quórum estaba cerca. Un diputado libertario del Chaco desapareció. La diputada de LLA Marcela Pagano tiene licencia debido a un embarazo delicado. En otras ocasiones límite fue convocada. La semana pasada no.
Viejísimas tretas de “la casta” que los libertarios incorporan sin rubor.
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Eduardo van der Kooy
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