El libro 33 Años en 48 Horas, escrito por Alejandro Martín Pérez Guahnon, relata una historia que ha cobrado visibilidad en los últimos tiempos. En ella, el autor afirma que su identidad fue robada en épocas donde Ramón Puerta gobernaba Misiones. Lo cual revela un caso que pone en evidencia el oscuro contexto político y social de aquella época.
La trama del libro describe una historia de vida marcada por la búsqueda de su identidad biológica. El protagonista, Alejandro, enfrenta las dificultades que le impone un sistema hostil. La narración se centra en los obstáculos y las aparentes irregularidades que se sucedieron en su proceso de búsqueda, muchos de los cuales están relacionados con un complejo entramado estatal en el que, según el autor, la administración de Ramón Puerta no solo fue testigo, sino que además ejerció una supuesta complicidad.
Gustavo Añibarro, durante la emisión del programa El Periodista de Canal 12, recordó que “su mamá, Nélida Benitez, removió cielo y tierra para encontrar a su hijo. Y se encontró con todas las puertas cerradas. El Estado se cerró”.
“La asistente social fue la que robó este hijo a Nélida. Esa asistente social fue premiada con una casa del Iprodha, en ese momento, y un cargo en el gobierno (de Ramón Puerta)”, remarcó. Y agregó que “la jueza le dijo a Nélida que se olvide del tema. Sin embargo, la madre iba todos los días a la puerta del juzgado y se arrodillaba pidiendo por su hijo”.
Pérez Guahnon y una mirada autoral sobre su propia vida
Durante la noche del lunes, tuvo la posibilidad de entrevistar a Pérez Guahnon para conocer su mirada autoral. En principio, sostuvo: “cualquier fuerza que sobrepase nuestros derechos humanos es una impotencia”. Y en esa línea, agregó: “cómo alguien que me tiene que defender está ocultando lo más preciado de mi vida”.
Al respecto, indicó que no le es posible imaginar o pensar en las sensaciones atravesó su madre durante su búsqueda. “No hay nada peor que te roben un hijo, encima saber dónde está y no poder llegar a él porque los mismos que deberían estar investigando, están tratando de callarte y tapar todo”, reveló.
Aseguró que la investigación pudo tener una continuidad gracias a la insistencia de su madre y por un policía que le brindó información. “Vio que iba todo el tiempo al centro cívico, a la jefatura, a arrodillarse y a rezar y el policía le dijo que no podía verla así”, contó.
Teniendo en cuenta el contexto sociopolítico de la época, confesó que Ramón Puerta dijo a su familia que iba a hacer “todo lo posible por recuperarme”. No obstante, nunca más tuvo una respuesta del gobernador de ese momento. Además, muchos organismos dependientes del ex gobernador tuvieron parte de su responsabilidad.