El apostoleño Andrés Paredes abrió en el Museo de Arte Contemporáneo de Salta (Macs) una imponente muestra que permanecerá abierta hasta el 4 de marzo y que está comprendida por instalaciones, calados y pinturas repartidas en trece salas y seis vidrieras .
“Es la más grande que hice hasta ahora”, apuntó el artista a La Voz de Misiones sobre su exposición, llamada “Andrés Paredes y el jardín interior”.
El Chango Spasiuk y una obra inédita
“Hay varias relaciones que son directas: paisajes de Misiones y de Salta”, remarcó Paredes, que pasó buena parte de su infancia en La Linda, de donde además proviene su padrino Abel Mónico Saravia, compositor de la chacarera “La chicharra cantora”.
Saravia “escribió muchas sambas y chacareras. Es como una eminencia en Salta. Yo le hice un homenaje y, aparte de las chicharras, el Chango Spasiuk me hizo una versión de esa chacarera que suena todos los días en la sala”, detalló Paredes.
En ese mismo contexto, Paredes consiguió, con la curaduría de Sandra Juárez, traducir con un recurso visual la relación espiritual de las montañas salteñas con su propio terruño.
“Porque las montañas del norte son rojas por el óxido ferroso que es lo mismo que hace que la tierra sea colorada”, indicó sobre “Materia vibrante”, la instalación donde exhibe unas piedras brillantes en lo que parecen unas pequeñas cuevas enrojecidas.
Por otra parte, en una de las seis vidrieras “hay una instalación que son podas, las cuales tenés que hacer para que pueda crecer algo nuevo o seguir su vida. Es como una metáfora. Realmente son podas, ramas que están colgadas”, explicó. “Hay instalaciones de pinturas y esculturas que son como una naturaleza que va tomando todo lo urbano”.
En otra de las salas del Macs y, como si fueran nidos gigantes, están colgadas bolsas de ponchadas que en su interior contienen yerba canchada. Esa instalación se llama “Testimonios” y “deben tener 200 kilos las tres esculturas”, dijo por la obra que cuenta con un espacio de “mucho olor a yerba”.
Porque es “una manera de hablar, primero de una reserva de energía, pero también del cuerpo que se le pone al trabajo. Al trabajo que es como tan sacrificado de alguna manera en la yerba mate. Es ‘Testimonios’, porque en cada bolsa hay un poco de paisaje también, porque está la tierra colorada, la transpiración, los dedos del tarefero. Pero en el fondo están rellenas con yerba canchada que no es la hoja verde. Es otro precio, es la yerba que realmente vale”.
Asimismo, en otra de las salas se puede observar “El laboratorio”, inspirado en la infancia de Paredes, entre el monte y el consultorio donde atendía su papá médico. En una mesa se observan decenas de mudas de chicharras y mariposas que pertenecieron al Mariposario de Santa Ana, en Misiones, con lo cual armó una mesa que es otra de las grandes atracciones de “Andrés Paredes y el jardín interior”.
“Habla de la posibilidad de transformación y redefinirnos. Como que la naturaleza te está llamando a repensarte, y a ver si vos estás cómodo con tu forma, por decirlo de alguna manera, pero habla de algo espiritual, algo trascendental”.
Asimetrías políticas
El antiguo edificio del Macs tiene en su altura luciérnagas gigantes que iluminan la planta alta y en su interior se muestran gigantescos calados del apostoleño que en 2023 vendió para el patrimonio de Salta la obra “Poty Mini”.
“Me hace pensar mucho en las diferencias culturales que tenemos con otras provincias. Nosotros no tenemos ni un museo de arte contemporáneo, ni un museo que compre obras de un artista vivo. Es como demasiadas asimetrías”, lamentó Paredes sobre Misiones.
En marzo, Paredes llevará una muestra similar a la de Salta al Museo de Bellas Artes de Chaco René Brusau. En esa provincia, el artista misionero fue distinguido por su trayectoria en un salón nacional.
“Estamos muy lejos de tener un concurso de arte con adquisición de obras, que son cuestiones que a mi me gustaría pensarlas en este próximo año”, reconoció Paredes.