Un incidente controversial tuvo lugar durante la mañana de Navidad en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, cuando dos conductores de autos diplomáticos pertenecientes a la embajada de Rusia se negaron a realizar el control de alcoholemia en el marco de un operativo de seguridad vial.
El primer episodio sucedió alrededor de las 10:45, cuando los agentes de tránsito detuvieron a Sergei Baldín, conductor de un Volkswagen Vento blanco con dominio “D094CSB. Al negarse a realizar el test de alcoholemia y a presentar la documentación requerida, las autoridades solicitaron la intervención de la Policía de la Ciudad. Se escoltó al vehículo hasta la embajada rusa en Rodríguez Peña al 2700, donde se labró el acta correspondiente bajo las normas de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas.+
Otro conductor diplomático ruso evade el control
Tan solo una hora después, otro vehículo diplomático protagonizó un incidente similar en el mismo punto de control, esta vez un Toyota Corolla conducido por Salomatín Cardmath. Este ciudadano ruso también se negó a realizar el test de alcoholemia y las autoridades lo escoltaron hacia la embajada. En ambos casos, las infracciones quedaron registradas para su seguimiento a través de canales federales, con la participación del Ministerio de Seguridad y la Cancillería.
El primer secretario de la embajada de Rusia calificó la detención y escolta de los vehículos como una “grave violación del derecho internacional” al amparo de las inmunidades diplomáticas establecidas por la Convención de Viena. Sin embargo, las autoridades locales recordaron que, aunque los vehículos diplomáticos cuentan con ciertas prerrogativas, los conductores deben colaborar con los controles de tránsito para garantizar la seguridad vial.
Consecuencias y operativos en la Ciudad
En el marco de los controles de alcoholemia que realiza el gobierno de la Ciudad por las festividades de Navidad, ya se han realizado 5.399 testeos hasta el 25 de diciembre, detectando 45 casos positivos y una tasa de positividad del 0,83%. Las sanciones para los conductores comunes incluyen multas de hasta $1.260.400, inhabilitaciones de licencia por hasta dos años e incluso penas de arresto.
Además, negarse a realizar el test constituye una infracción al artículo 239 del Código Penal, que sanciona con prisión a quienes desobedecen a un funcionario público en el ejercicio de sus funciones. Pese a su inmunidad diplomática, la negativa de los conductores rusos ha generado un fuerte debate sobre la responsabilidad y el respeto a las leyes locales.
Este incidente pone de manifiesto los desafíos de aplicar la ley en situaciones que involucran privilegios diplomáticos, al tiempo que resalta la importancia de los controles para prevenir accidentes viales durante fechas festivas.