El médico Santiago Miguel Bos (49) estaba yendo en moto a trabajar, vestido con su ambo verde, a la Clínica Modelo, de Morón. Le faltaban unos 15 minutos para llegar cuando lo asaltaron, en Castelar. Lo balearon en el estómago y una pierna, por lo que se encuentra internado en estado reservado.
Todo ocurrió este martes a la mañana en la esquina de Lacarra y Guaminí. Una cámara de seguridad registró la secuencia. Fueron motochorros que lo atacaron: primero le dispararon para que entregara su vehículo. Luego lo persiguieron y le dieron otro tiro ya que querían su mochila.
«Actuaron de manera muy violenta. Le dispararon al interceptarlo y luego volvieron a tirarle cuando la víctima sólo intentaba alejarse y ya había entregado su moto. Querían también la mochila y por eso uno de los ladrones lo corrió con el arma en la mano», explicó un investigador a Primer Plano.
El caso es investigado por el fiscal Pablo Hugo Ravizzini, de la UFI N° 7 de Morón, que caratuló el caso como «robo agravado por el uso de arma de fuego y homicidio criminis causa en grado de tentativa«.
El momento en que los motochorros atacan al médico.
Según sospechan, los ladrones escaparon en dirección a La Matanza.
El médico fue atendido en un primer momento en el Instituto Médico Agüero, de Morón, pero luego lo derivaron a la Clínica Modelo, donde él desarrolla sus tareas.
Otro caso de inseguridad trágico
También en Castelar, pero el martes a la noche, asesinaron a Braian Coria (34), policía de la Ciudad, para robarle la moto.
Este caso se produjo en la calle Ángel Giannatassio al 2900, a tres kilómetros de donde balearon al médico.
Un video del hecho, que fue difundido por el ministro de Seguridad porteño, Waldo Wolff, muestra que la moto de Coria pasa a gran velocidad frente a una casa mientras es perseguido por otra moto. Segundos después, cuando ambos vehículos salen del cuadro de filmación, se escucha el estruendo del disparo.
Fuentes del caso informaron a Clarín que el tiro corresponde a un arma calibre .380 y que la bala ingresó en el coxis.
La moto, una Kawasaki Z 400 de color negra, quedó en el lugar.
EMJ