Dos paraguayos están siendo investigados en Rusia por actividades terroristas en favor de Ucrania, en el marco de la guerra entre ambos países que cumple tres años el 24 de febrero próximo.
Se trata de Adrián Lugo Jiménez y Cristhian Rodrigo Carvallo, señalados por un comité de investigación ruso por ser parte de la ofensiva ucraniana en Kursk, con la misión de perpetrar actos de sabotaje y atentados contra instalaciones gubernamentales y poblaciones rusas.
Los nombres de los dos paraguayos ganaron las noticias este martes, luego de que el gobierno de Vladimir Putin hiciera pública la apertura de una causa penal contra Lugo Jiménez.
Por lo que se lee en el anuncio oficial, el Comité de Investigación de la Federación de Rusia tiene plenamente identificado a Lugo Jiménez y le ha seguido el rastro desde que ingresó a territorio ruso en diciembre pasado.
“Lugo Jiménez, armado con armas automáticas pequeñas y de gran calibre, utilizando artefactos explosivos y equipo militar, cruzó ilegalmente la frontera estatal de la Federación de Rusia e invadió el territorio de la región de Kursk. Con el objetivo de intimidar a la población, causar importantes daños materiales y desestabilizar las actividades de los órganos gubernamentales, el acusado cometió crímenes contra civiles”, reza la acusación.
“La investigación está tomando medidas para dar con el paradero de Lugo Jiménez”, advierte el escrito oficial ruso y agrega: “Durante la investigación se establecerán todas las circunstancias de estos delitos y se dará una valoración jurídica penal de sus actuaciones”.
La nota tiene fecha de ayer y está acompañada de una foto del paraguayo, oriundo de Luque, en ropa de combate con insignias ucranianas y la banderita tricolor de su país, la misma que viste en su perfil de Facebook, donde tiene 166 amigos.
Viena
El gobierno del presidente Santiago Peña, prácticamente, no se hizo eco del anuncio ruso. Solo el embajador paraguayo en Moscú, Víctor Hugo Peña, se refirió al tema y habló sobre los protocolos que se siguen en casos que involucren a ciudadanos de su país.
“No hay una comunicación oficial entre los organismos competentes de la Cancillería”, dijo el diplomático, según publicó hoy el diario Última Hora, de Asunción.
“Si fueran ciudadanos paraguayos los que están siendo buscados, en el momento en que ocurra la detención, si es que esto ocurriese, tendrá que ser notificada a la Sección Consular de la Embajada de Paraguay en Moscú, según establece la Convención de Viena”, detalló Peña.
Dólares
Carvallo no aparece mencionado en el escrito oficial ruso disponible en internet, aunque los medios moscovitas como el diario Pravda, lo mencionan como parte de la investigación penal en curso.
En declaraciones a la radio asuncena Monumental 1080, Carvallo rechazó cualquier estigmatización de su papel en la guerra y contó que tiene un contrato con el ejército ucraniano de U$S3.300 mensuales.
El paraguayo se desmarcó del mote de “mercenario”, que suele acompañar a los soldados de fortuna, y resaltó el carácter voluntario de su enrolamiento en las fuerzas ucranianas: “Vine voluntariamente, por mis ideales”, afirmó.
Carvallo contó que es originario de Concepción, ciudad cabecera del departamento del mismo nombre, en el norte del país, y que, al momento de enrolarse para ir a la guerra, residía en Areguá, una villa veraniega bañada por el emblemático Lago de Ypacaraí, muy cercana a Asunción.
El paraguayo precisó que su contrato incluye la intervención en “combates directos” con las fuerzas rusas, siempre al mando de oficiales ucranianos, y que puede salirse “en cualquier momento, cuando lo decida”.
Comentó que con el dinero que lleva ahorrado piensa regresar a Paraguay para montar una empresa relacionada con la seguridad, y aprovechó la comunicación con la emisora de su país para saludar a su familia.
“Si Dios permite, pronto voy a estar con ellos para disfrutar”, expresó.
Según pudo recoger el medio asunceno de la charla con Carvallo, hay otros dos paraguayos sirviendo en las fuerzas ucranianas: un piloto de drones y un soldado que recientemente fue herido en combate y está hospitalizado.
Los cuatro forman parte de la ofensiva de Ucrania en una región de Rusia que hace 81 años, en agosto de 1943, fue escenario de la batalla de tanques más grande de la historia, que se coronó con la victoria de las fuerzas soviéticas y marcó un punto de inflexión en la guerra contra la Alemania Nazi.