Una feroz balacera en contra de un adolescente dejó como saldo al menor herido y la muerte de un perro y un caballo que estaba a pocos metros de donde se encontraba el chico de 17 años al que atacaron un grupo de hombres que se movilizaban en cuatro motocicletas.
El brutal hecho ocurrió en la madrugada del viernes fuera de una vivienda situada en la calle San Juan al 4800, en el límite entre las localidades santafesinas de Santo Tomé y Sauce Viejo, en una zona conocida como barrio Adelina Este.
El destinatario del ataque era un chico, de 17 años, llamado Brian, que fue abordado por los hombres cuando salía de su casa y apareció un grupo que se movilizaba en cuatro motos y, sin mediar palabra, abrieron fuego en una ráfaga que duró pocos segundos, pero incluyó más de 20 detonaciones.
Los disparos iban dirigidos a Brian, pero también impactaron en el frente de la vivienda y, víctimas circunstanciales, fueron un caballo que pastaba a pocos metros y dos perros que estaban en la calle.
En el caso del menor, solo uno de los disparos impactó en su tobillo derecho y salió. Sin embargo, los animales no corrieron la misma suerte. En el caso del caballo, que murió en el lugar y quedó captado por una cámara de seguridad, recibió cuatro disparos. En tanto, de los perros, uno recibió un disparo y se encuentra grave y el otro sobrevivió al recibir tres impactos, pero horas más tarde murió.
Alertados por un llamado al 911, llegaron hasta el lugar efectivos de la Policía de Santa Fe que cercaron el lugar del ataque en el cual recogieron un total de 24 vainas servidas calibre 9×19 mm. También hallaron un cartucho intacto, dos proyectiles encamisados, y varios rastros hemáticos que serán analizados en las próximas horas.
Además, los efectivos de la Policía de Investigaciones (PDI) provincial también se encargaron de recolectar las imágenes de las cámaras de seguridad para tratar de identificar a los atacantes que se dieron a la fuga.
La causa quedó a cargo del fiscal Andrés Marchi que dispuso el traslado de Brian a la sede del Sistema de Atención Médica para la Comunidad (Samco) de Santo Tomé, en donde fue revisado y también se le practicó una prueba de dermotest para saber si él también disparó.
En el caso de los animales asesinados, fue un veterinario de la policía provincial quien llevó adelante la autopsia y extrajo los proyectiles de los cuerpos para incorporarlos a la investigación.