Iguazú (laVozDeCataratas) La Generación Z, compuesta por individuos nacidos entre 1997 y 2012, está atravesando una preocupante crisis de bienestar que afecta su salud mental, física, financiera y social. Según un informe destacado por Newsweek, esta cohorte presenta niveles elevados de estrés, agotamiento y desconexión emocional, superando en estos indicadores a generaciones anteriores.
Datos del estudio revelan que solo el 31% de los empleados pertenecientes a la Generación Z se sienten completamente saludables, lo que representa una disminución del 6% respecto al año anterior y se sitúa un 10% por debajo del promedio general. La salud integral se define en cuatro dimensiones clave:
- Salud financiera: capacidad para gestionar ingresos y gastos.
- Salud mental: bienestar emocional y manejo de la ansiedad.
- Salud física: ausencia de agotamiento extremo y enfermedades relacionadas con el estrés.
- Salud social: conexiones significativas con otras personas.
En cada una de estas áreas, los jóvenes de la Generación Z muestran un deterioro mayor en comparación con otros grupos etarios. Mientras que el 41% de los millennials y la Generación X reportan sentirse saludables, esta cifra asciende al 57% entre los baby boomers, evidenciando una notable brecha generacional.
Además, el 46% de los zoomers reporta sentirse estresado y el 44% agotado, en contraste con un promedio general del 35% y 34%, respectivamente. La desconexión emocional también es significativa: el 30% de los jóvenes de la Generación Z siente aislamiento social, frente al 22% de otros grupos de edad.
La inestabilidad económica emerge como uno de los principales factores desencadenantes de esta crisis. Preocupaciones relacionadas con el aumento del costo de vida, dificultades para ahorrar y limitadas oportunidades laborales han incrementado el estrés financiero entre los jóvenes. Todd Katz, vicepresidente ejecutivo de MetLife, señala que «la caída en la salud integral es más pronunciada para la Generación Z, especialmente debido a las preocupaciones económicas que enfrentan».
Comparaciones con datos de 2018 indican una tendencia al deterioro: los empleados de entre 21 y 25 años se sienten un 11% más estresados, un 9% más abrumados, un 8% menos felices y comprometidos, y un 5% menos exitosos. Estos hallazgos sugieren que el entorno económico y social actual ha impuesto cargas adicionales sobre esta generación, haciéndola más vulnerable al estrés y la ansiedad que las precedentes.
A pesar de la hiperconectividad digital, los jóvenes de la Generación Z experimentan altos niveles de aislamiento social. Las interacciones en redes sociales, lejos de reemplazar las conexiones humanas significativas, han contribuido a relaciones más superficiales, exacerbando los sentimientos de soledad. Este fenómeno subraya la necesidad de fomentar vínculos personales más profundos y auténticos para contrarrestar la desconexión emocional prevalente en esta generación.
Fuente Infobae