Esta iniciativa responde a la preocupación de los taxistas, quienes enfrentan dificultades para renovar sus unidades debido al alto costo de los vehículos y la falta de financiamiento. Argumentan que, a pesar de la antigüedad, el mantenimiento adecuado y las inspecciones regulares aseguran la calidad del servicio.
Según la ordenanza vigente sobre la antigüedad de taxis y remises, se exige la renovación de los vehículos cada 10 años, lo que genera complicaciones económicas para muchos propietarios. Al respecto, el intendente Claudio Filippa expresó en la apertura de sesiones ordinarias del Concejo deliberante de Iguazú: «Lo que cuesta un repuesto para el vehículo, un seguro o la VTV sumados son costos elevados. Hay pedidos para que se modifique esta normativa porque muchos no pueden cambiar sus unidades, pero eso no quiere decir que no se los controle. Las exigencias serán las mismas».
El proyecto será presentado ante el Concejo Deliberante para su análisis y debate, con el objetivo de encontrar un equilibrio entre la regulación del transporte público y la realidad económica del sector.