Caminos que se cruzan. Voluntades que convergen. Trayectos personales y profesionales que se anudan. Todo eso está sucediendo ahora mismo, de manera virtuosa y fuera del radar, construyendo una de esas excepciones a la regla de la que se hablará en el futuro. Son bailarines jóvenes, construyen su carrera profesional en compañías nacionales o del exterior y, desde 2024, han decidido que quieren un espacio propio.
Coreometrajes tendrá lugar la semana que viene en el Teatro Tronador Mar del Plata. Foto: redes sociales.
Porque no siempre se cumple la parábola del hijo pródigo. La Argentina exporta talentos artísticos de altísimo nivel y esos intérpretes no necesariamente son reconocidos aquí a la altura de sus logros en el mundo.
¿Quiéne son Lucas Erni, solista en la compañía estatal de Dusseldorf; Matías Oberlin, primer bailarín del Ballet de Hamburgo o la mendocina Paloma Livellara Vidart, del ABT Studio Company en Nueva York? El equivalente del fútbol es una tentación fácil, pero es cierto que con menos, se comprarían camisetas con sus apellidos en la espalda.
El año pasado, el exCCK abrió sus puertas a una idea del talentoso coreógrafo y bailarín Patricio Di Stabile: una función en la que su generación mostrara lo que sabe hacer al público de su país, la Argentina.
Conmovido hasta las lágrimas
Llamó al espectáculo Repatriados y ahí brillaron artistas con peso propio sobre el escenario. Al final del espectáculo, Di Stabile tomó el micrófono y explicó, conmovido hasta las lágrimas, cuánto representaba para ellos y ellas ese aplauso de su público.
Con ese antecedente, ahora van por más y presentarán Coreometrajes la semana que viene en el Teatro Tronador Mar del Plata. Es una gala de piezas breves, organizada a pulmón y sobre todo sin necesidad: todos roban horas a sus vacaciones porque quieren tener un nombre aquí y no esperan que otro se los construya.
Jiva Velázquez también baila en el Colón y está aprendiendo Spotlight, de Federico Fontán, junto a Caterina Stutz. Foto: redes sociales.
La bailarina del Colón Julieta Urmenyi pasa unos días en Córdoba con su familia y en el parque de la casa compone una coreografía que estrenará en La Feliz. Al mismo tiempo, Lucas Erni ensaya en una nueva obra con coreografía de Di Stabile y música original de la pianista Silvina Rouco. Jiva Velázquez también baila en el Colón y está aprendiendo «Spotlight», de Federico Fontán, junto a Caterina Stutz.
Se hablará de ellos, finalmente. Porque han renunciado a una parábola esquiva para salir a golpear cuantas puertas se presenten y trazar, para ellos y para su público, una zona de encuentro hecha a su medida.