Misiones
Hidratación, ropa liviana y sombra: claves para evitar un golpe de calor
Las temperaturas extremas y la exposición prolongada al calor pueden generar descompensaciones. Entre los cuadros más frecuentes se encuentran el agotamiento y el golpe de calor, este último una afección grave que puede comprometer la salud si no se actúa a tiempo. Para evitar estos episodios, es fundamental la hidratación, la protección solar y la prevención en grupos de riesgo.
Precisamente, los menores de cinco años, especialmente los lactantes, los adultos mayores y quienes padecen enfermedades crónicas deben tomar mayores precauciones. En este sentido, Carlos Veronesi, referente del Servicio de Clínica Médica del Hospital Escuela de Agudos Ramón Madariaga, explicó las diferencias entre el agotamiento por calor y el golpe de calor y brindó recomendaciones para prevenirlos.
“El agotamiento por calor es el estadio previo al golpe de calor. Se manifiesta con sensación intensa de sed, piel pálida pero muy mojada debido a la sudoración excesiva, dolores de cabeza y calambres musculares. En cambio, el golpe de calor ya es una situación mucho más grave, donde la temperatura del cuerpo supera los 39 o 40 grados. En estos casos, la piel se torna roja y caliente, la persona deja de sudar, puede presentar dificultades respiratorias, mareos, confusión e incluso convulsiones”.
El especialista señaló que la prevención es clave para evitar estos cuadros. Entre las principales medidas recomendadas, destacó la importancia de evitar la exposición al sol en horarios de alta temperatura, entre las 10 y 17 horas. Además, aconsejó el uso de ropa liviana de colores claros, el consumo frecuente de agua y la elección de alimentos livianos. También remarcó que es fundamental evitar bebidas azucaradas o con cafeína, ya que pueden favorecer la deshidratación.
“Si una persona comienza a experimentar síntomas como dolor de cabeza intenso, sudoración excesiva y sed extrema, lo ideal es interrumpir cualquier actividad física, trasladarse a un lugar fresco y comenzar a hidratarse. En casos más graves, es recomendable mojarse con agua fresca o tomar una ducha para reducir la temperatura corporal. Lo importante es actuar rápidamente para evitar que el cuadro se agrave”, indicó el profesional.
En situaciones de emergencia, cuando una persona sufre un golpe de calor y pierde el conocimiento, es fundamental ubicarla de costado en posición de seguridad hasta que llegue la asistencia médica. Ante eso, Veronesi sostuvo que en el Hospital Madariaga no se registraron internaciones por esta causa en el Servicio de Clínica Médica, pero sí atendieron casos en el área de emergencias.
“Si bien en nuestro servicio no hemos tenido pacientes internados por golpe de calor, sí se han registrado traslados y atenciones en el área de emergencia. Lo importante es que la población tome conciencia y adopte medidas preventivas para evitar complicaciones”, expresó el especialista. Ante las altas temperaturas, las medidas de prevención y la detección temprana de síntomas pueden evitar complicaciones graves. La hidratación constante, la permanencia en espacios ventilados y la protección ante el sol son claves para reducir los riesgos y cuidar la salud.
Red de Traslados
Por otro lado, el índice de asistencia por desvanecimientos aumentó considerablemente en los últimos días debido a las altas temperaturas. Según Gastón Roux, director de la Unidad de Emergencias y Traslados, antes del período de calor extremo se recibían una o dos solicitudes diarias por personas descompensadas en la vía pública o en sus domicilios. Sin embargo, en los últimos días, esta cifra se elevó a siete u ocho atenciones diarias, con un pico de diez casos en la última jornada de intenso calor.
“Por lo general, las personas mayores son las más afectadas, pero también hemos atendido a jóvenes que realizaban actividad física bajo temperaturas extremas sin una hidratación adecuada. La falta de agua y la exposición prolongada al sol pueden provocar síntomas de golpe de calor, como mareos, sudoración excesiva y desmayos”, detalló Roux.
Asimismo, el especialista destacó la importancia de adoptar medidas de prevención para evitar estos episodios. Entre las recomendaciones mencionó evitar la exposición al sol en las horas de mayor temperatura, utilizar ropa holgada y de colores claros, mantenerse hidratado con al menos dos litros de agua al día y evitar el consumo de bebidas alcohólicas o comidas de alta caloría. También sugirió el uso de gorras o sombreros para reducir el impacto del calor en la cabeza.
“En caso de que una persona presente síntomas de golpe de calor, lo primero es llamar al servicio de emergencias. Si está consciente, debe trasladarse a un lugar fresco, recostarse y elevar las piernas. Si está inconsciente, hay que colocarlo de costado en posición segura, con las piernas flexionadas. También es recomendable hidratarlo con sorbos de agua y colocar compresas frías en axilas, nuca y genitales para ayudar a bajar la temperatura”, agregó Roux.
El protocolo de asistencia en estos casos inicia con la evaluación de un enfermero que determina si la persona requiere traslado a un centro asistencial. En zonas cercanas al microcentro y la costanera, se envían Unidades de Respuesta Rápida (URR), donde un profesional con equipamiento médico decide si es necesario derivar al paciente en una ambulancia de mayor complejidad.
“El número de emergencia es el 911, que desde 2019 recibe también las llamadas del 107. Cualquier persona que necesite asistencia puede comunicarse a cualquiera de esos números y el sistema derivará el pedido al área correspondiente”, indicó Roux.
Finalmente, el director de la Unidad de Emergencias y Traslados advirtió que no se debe minimizar el impacto del calor extremo y mencionó que asistieron a personas en buen estado físico que sufrieron descompensaciones mientras realizaban ejercicio bajo temperaturas elevadas. En algunos casos, la gravedad de los síntomas requirió internación para estabilizar al paciente.
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