El asteroide 2024 YR4 genera preocupación en la comunidad científica debido a su trayectoria potencialmente peligrosa hacia la Tierra. Aunque las probabilidades de un impacto son bajas, su tamaño y cercanía al planeta justifican su seguimiento. En respuesta a esta amenaza, los astrónomos de la NASA utilizan el telescopio espacial James Webb para obtener datos más precisos sobre el objeto, estimar el tamaño del asteroide y comprender el riesgo real que representa.
¿Cuál es el riesgo de que el asteroide caiga en la Tierra?
Según la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), la probabilidad de que este cuerpo celeste impacte contra la Tierra en 2032 es del 2%. Por ello, se considera un evento poco probable.
El telescopio Webb fue clave en este proceso. A diferencia de las tecnologías tradicionales, que solo miden la luz visible reflejada por un objeto astronómico, esta puede detectar emisiones infrarrojas y realizar estimaciones más exactas sobre las características de la roca espacial.
La ESA reforzó la vigilancia del 2024 YR4 mediante modelos de simulación de impacto. Su principal objetivo es estar preparados para cualquier cambio en su trayectoria.
Además, en caso de que las probabilidades de impacto aumenten, la NASA comenzó a planificar métodos para desviar el asteroide, a través de tecnologías que involucran el impacto de naves espaciales o incluso el uso de rayos láser.
El telescopio Webb comenzará a estudiar al asteroide más de cerca a partir de marzo de 2025, cuando sea más visible. Esto será fundamental para determinar las medidas de mitigación necesarias en caso de que el asteroide se desvíe hacia la Tierra. En ese sentido, la ESA anticipó que estos datos serán cruciales para hacer ajustes a las predicciones de trayectoria.
¿Cuán grande es el asteroide 2024 YR4 que amenaza a la Tierra?
El asteroide tiene un tamaño estimado que varía entre los 40 y 90 metros de diámetro. La ESA señaló la importancia de llegar a precisiones más exactas en cuanto a sus dimensiones, para definir de manera más certera las posibles amenazas.
En enero de 2025, el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA actualizó sus estimaciones y el riesgo de impacto se ubicó por encima del 1%. A pesar de este pequeño aumento, los expertos insisten en que la probabilidad de que 2024 YR4 impacte contra la Tierra todavía es baja. Según la Agencia Espacial Europea, los asteroides de este tamaño impactan a la Tierra cada “pocos miles de años”.
Además, la observación de las emisiones infrarrojas del telescopio Webb proporcionará datos sobre la estructura interna del objeto, lo que podría ser crucial para determinar cómo reaccionaría si se aplicaran esfuerzos para desviarlo. La información obtenida permitirá a los expertos calcular si las misiones de desviación serían viables o si se necesitarían enfoques alternativos.
Las zonas de la Tierra donde podría impactar el asteroide
La NASA indicó que los lugares más propensos a sufrir un choque podrían incluir el Océano Pacífico oriental, el norte de Sudamérica, el océano Atlántico, África, el Mar Arábigo y el sur de Asia. Bill Harwood, consultor espacial de CBS News, enfatizó que si el asteroide cayera en una zona densamente poblada, “sería verdaderamente catastrófico”, aunque “no afectaría al clima global”.
¿Podría compararse el impacto del asteroide con el que cayó en la Era Mesozoica?
Harwood trató de apaciguar la preocupación generalizada dejando en claro que “no sería algo como la roca que mató a los dinosaurios”. De todas maneras, no le restó importancia al asteroide que actualmente amenaza a la Tierra: “Sin duda sería un desastre de proporciones incalculables, por eso todos esperamos que eso no suceda”.