La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, vivió un tenso momento durante su visita a Salta, hasta donde fue para inaugurar el alambrado en la frontera con Bolivia. Allí, el padre de un gendarme se acercó y la increpó por los bajos salarios en el cuerpo, y le aseguró que su hijo “no tiene para comer”. El reclamo deriva de un conflicto relacionado a la escala salarial. El viernes, esa queja se manifestó en protestas en Rosario, Santa Fe y Buenos Aires.
En redes sociales se viralizó un video en el que se puede ver el intercambio entre el padre del efectivo y la ministra. En la localidad de Aguas Blancas, en el departamento de Orán, Bullrich puso la primera columna del alambrado y, del otro lado, el hombre se acercó y le dijo: “Yo tengo a mi hijo y sus dos nenes en mi casa. No tiene para comer. Le sale $450 mil el alquiler. No le alcanza con un 5%. Gana $25 mil pesos por día. No es nada”.
Rodeada de uniformados, Bullrich le aseguró que “debía confiar”. “Estamos trabajando para que nos den planes ProCrear”, le comentó. “Yo no quiero un plan, quiero para mi hijo”, le contestó el hombre. El Programa Crédito Argentino estaba destinado a financiar soluciones habitacionales y fue inaugurado en 2012 durante la presidencia de Cristina Kirchner. Se dividía en dos líneas: una, para propietarios de terrenos, donde brindaba créditos para la construcción, ampliación, terminación y/o refacción de la vivienda individual y/o familiar; y otra, encargada de préstamos para beneficiarios que no contaban con un terreno, donde se construían viviendas multifamiliares en predios estatales.
Pero en noviembre, el Gobierno disolvió el programa. “Disuélvase el Fondo Fiduciario Público denominado Programa Crédito Argentino del Bicentenario para la vivienda única familiar creado por el Decreto N° 902 del 12 de junio de 2012 y su modificatorio”, dice el texto que se publicó en el Boletín Oficial. Y agrega: “El Ministerio de Economía realizaría todos los actos necesarios para la liquidación del fondo”.
Fuentes cercanas a Gendarmería aseguraron a este medio que las palabras de la ministra fueron un intento de “equiparar” y compensar el malestar en las fuerzas. LA NACION contactó al Ministerio de Seguridad pero no obtuvo respuesta. Bullrich habló más tarde en LN+: “Acostumbrados a los números de un país con inflación, el salario es poco. Pero no estamos en un país con la inflación que teníamos. No vamos a ceder en el déficit fiscal y las fuerzas lo entienden”, explicó. “El problema que tienen la Gendarmería y la Prefectura, que se mueven por el país, es que los alquileres son altos. Ahora nos fuimos a Orán, llevamos 300 personas. El alquiler en Orán subió por las presencia de las fuerzas federales. Estamos buscando formas de ayudar a las fuerzas a resolver el tema de viviendas”, añadió.
El intercambio de Bullrich con el papá de un Gendarme
En su cruce con el padre del gendarme, Bullrich se refirió al plan Procrear y al aumento del 5% que se otorgó a las fuerzas federales de seguridad. “Son viviendas. Le juro por Dios que estamos haciendo un esfuerzo enorme. El Gobierno hizo un esfuerzo del 5% más un 1,5% más el 1%, que es [un total de] 7,89%. Nadie está recibiendo ese aumento. Hicimos un esfuerzo para todos ustedes, entiendalo. Y además, estamos trabajando para que nos den viviendas. Yo le juro que en la medida que el país vaya creciendo, lo vamos a ir mejorando. Pero téngame confianza. Yo estoy con ustedes”, señaló.
Sin embargo, el hombre insistió: “Pero gana $750 mil pesos por mes. Paga $400 mil de alquiler. Tengo dos nietos y no tienen para comer”. “Los alquileres los vamos a ir cambiando por casas. Vamos a agarrar todos los planes ProCrear. Téngame confianza”, le pidió Bullrich, y remarcó los aumentos salariales: “Lo vamos a ir mejorando. Estamos en 7,89% (de aumento). Los camioneros cerraron el 1%. Téngame confianza”. “Espero que sea pronto porque no va más”, contestó el hombre.
Fuentes cercanas a Gendarmería aseguraron a LA NACION que los efectivos de grados más bajos, sobre todo aquellos que residen en Buenos Aires donde el costo de vida es mayor, denuncian que los sueldos no son suficientes, mientras que en la frontera se cobran suplementos por zonas desfavorables. En otras ciudades, como Rosario, se pagan por barrios inseguros, porque el riesgo es considerado mayor.
La inquietud en Gendarmería se reflejó durante las protestas en Rosario y la Ciudad de Buenos Aires. Familiares y allegados de los gendarmes se presentaron en el Monumento a la Bandera en la ciudad santafesina y en el edificio Centinela, la sede de Gendarmería en la Capital Federal, en reclamo por un “sueldo digno”. En la Ciudad de Buenos Aires, las autoridades se acercaron a los manifestantes para hablar, pero ellos no quisieron hacerlo por temor a posibles repercusiones.
Las protestas en la ciudad santafesina se aplacaron en particular con aquellos efectivos trasladados desde el cinturón sur bonaerense luego de que les pagaran el suplemento de barrios conflictivos. Pero, en Buenos Aires y otros distritos el problema persiste.
Debido a las tensiones es que, la semana pasada, el Ministerio decidió otorgar el aumento del 5% en el haber mensual a partir de marzo. Así lo indicaron en la resolución 176/25 del viernes. La medida alcanza a la Policía Federal, Gendarmería, Prefectura, Policía de Seguridad Aeroportuaria y del Servicio Penitenciario Federal.