A poco más de 260 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires y a 30 de Rosario, se esconde un pueblo que, pese a su pequeña población, atesora una historia fascinante. Mariano Benítez, una localidad con apenas 200 habitantes, no solo fue escenario de dos batallas fundamentales para la conformación de la Argentina, sino que también guarda un enigma arquitectónico que despierta la curiosidad de historiadores y viajeros.
Este rincón del partido de Pergamino es un destino inusual e ideal para una escapada que combina episodios de guerra con un trazado urbano que parece haber sido diseñado bajo principios masónicos. Sus diagonales y formas geométricas lo diferencian de otros pueblos bonaerenses, y algunos sostienen que desde el aire se pueden distinguir símbolos esotéricos ocultos en sus calles.
Un pueblo marcado por la historia
Mariano Benítez fue fundado en 1908 y debe su nombre a un médico y estanciero de la región. Sin embargo, su historia se remonta a mucho antes. A pocos kilómetros de allí, en 1820 y 1859, se libraron las Batallas de Cepeda, enfrentamientos entre unitarios y federales que fueron cruciales en la definición del rumbo del país.
En la primera, las fuerzas de los caudillos Estanislao López y Francisco Ramírez vencieron a los porteños, provocando la disolución del poder central. En la segunda, Bartolomé Mitre y Justo José de Urquiza se enfrentaron en un combate que permitió la unificación definitiva entre el Estado de Buenos Aires y la Confederación Argentina.
Para quienes quieran conocer más sobre estos acontecimientos, el Museo Batallas de Cepeda, inaugurado en 2015, ofrece un recorrido por la historia a través de objetos recuperados en excavaciones y donaciones de los vecinos.
Este rincón fue escenario de dos batallas clave para la historia argentina. Foto: Pergamino Turismo.
Un misterio masónico en su trazado urbano
Más allá de su relevancia histórica, Mariano Benítez llama la atención por su diseño urbano. Se dice que su traza no es casual, sino que fue diseñada por el masón Reynaldo Standke, quien se inspiró en las ideas del arquitecto Pedro Benoit, responsable del plano de La Plata. Las calles del pueblo presentan formas trapezoidales y triangulares poco comunes en la región, y según algunos estudiosos, podría tratarse de un código oculto con símbolos masónicos.
Este enigma arquitectónico convirtió a Mariano Benítez en un destino atractivo para curiosos y amantes de lo esotérico. Desde el aire, las disposiciones de sus calles parecen formar figuras geométricas que remiten a signos asociados a la masonería, alimentando mitos y teorías sobre la influencia de esta organización en la región.
El Museo Batallas de Cepeda, inaugurado en 2015, exhibe objetos históricos y donaciones de los vecinos. Foto: Pergamino Turismo.
Cómo llegar a Mariano Benítez
Para los que quieran aventurarse a descubrir este pueblito mágico lleno de historia y misterio, hay varias rutas posibles. Desde Rosario, se puede tomar la Ruta Provincial 32 y desviarse en el kilómetro 17 hacia Manuel Ocampo. Desde Buenos Aires, el camino es por la Ruta Nacional 9 hasta San Nicolás de los Arroyos, y luego seguir por la Ruta 188 y la 32 hasta el acceso al pueblo.
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