De viejo restaurante a icono barrial: el bodegón de Barracas que se destaca por sus platos caseros

En el corazón de Barracas, entre calles que guardan la esencia de un barrio con historia, se encuentra El Pato Loco, un clásico bodegón que hace honor a la comida casera y al trato de familia. Con más de tres décadas de historia, este restaurante es mucho más que un lugar para almorzar: es un punto de encuentro para vecinos, obreros y habitués que buscan un plato bien servido y una atención de primera.

Detrás del mostrador, con la calidez de quien ama lo que hace, siempre estuvo Rubén Bucossi, hijo de inmigrantes italianos y alma mater del bodegón. Desde que llegó a Barracas en 1979, supo que quería poner su propio restaurante en el barrio. Así fue como nació El Pato Loco, un sueño que se mantiene vivo y que hoy ya lleva tres generaciones en la cocina.

Un menú clásico que nunca falla

Si hay algo que caracteriza a El Pato Loco es su carta sin vueltas, con platos bien argentinos y porciones generosas. La suprema con puré, fritas o ensalada es uno de los favoritos, al igual que la tortilla de papa española o el infaltable bife de chorizo.

Para los amantes del pescado, el filete de merluza con puré es una opción fresca y sabrosa. Además, todos los días hay algún especial en el menú, pensado según los productos más frescos del mercado.

Para quienes prefieren algo más liviano, el bodegón también ofrece una gran variedad de ensaladas, como la clásica caprese, ideal para acompañar cualquier plato. Y si de sándwiches se trata, hay de todo tipo: de milanesa, fiambres o lomito, perfectos para un almuerzo rápido pero contundente.

Las famosas ensaladas de El Pato Loco. Foto: Facebook Resto El Pato Loco.

Postres, cafecito y sobremesa

Como en todo buen bodegón, la comida no está completa sin un final dulce. En «El Pato Loco», el flan casero y el típico queso y dulce son las estrellas de la casa. Todo se acompaña con un café bien cargado y una sobremesa de charlas entre vecinos que ya son casi familia.

A lo largo de los años, «El Pato Loco» se convirtió en mucho más que un restaurante: es un pedazo de Barracas, un rincón que mantiene viva la esencia del barrio. Su fórmula de éxito es simple pero efectiva: buena comida, atención cálida y precios justos. Un lugar donde siempre hay una mesa lista y un plato caliente esperando a quien cruce la puerta.

Un sueño que se mantiene vivo y que hoy ya lleva tres generaciones en la cocina. Foto: Facebook Resto El Pato Loco.

Ubicación y horario de El Pato Loco

Si querés conocer esta porción de historia porteña podés encontrar El Pato Loco en Gonçalves Días 873, Barracas. Su horario de atención es de lunes a viernes de 11:30 a 15 horas.

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