Los números de las empresas públicas en 2024, el primer año completo de gestión de Javier Milei, dejan dos cifras que resaltan. La primera es que, entre todas, completaron un ajuste de personal que importó un 14% de reducción de personal; la segunda, que recibieron transferencias por $3.178.210 millones (tres billones, como para decodificar la cantidad de ceros).
Ahora bien, de acuerdo a datos oficiales, el resultado operativo de las empresas públicas en su conjunto explican el déficit de $2.094.714,6 millones, dos billones, o lo que es lo mismo, US$2000 millones. De qué se trata este monto. Pues si la comparación se hace frente a 2023, el aporte de dinero fue entonces de $1.430.581 millones. Como se dijo, el ajuste de personal durante el primer año de Milei en todas las empresas del Estado fue de 14%. Las firmas que prescindieron de más empleados, entre retiros voluntarios y despidos, muchas de ellas por causas políticas, fueron la Operadora Ferroviaria, Correo Argentino y Aerolíneas Argentinas. Claro que los dos primeros son los que más empleados tenían. De hecho, el mundo ferroviario es uno de los sectores con más empleados de la Argentina.
Los datos consolidados del año son elaborados y publicados la Dirección de Presupuesto de Empresas Públicas, Fondos Fiduciarios y Otros Entes, perteneciente a la Oficina Nacional de Presupuesto de la Secretaría de Hacienda y dan cuenta de lo que las empresas públicas recaudaron y cuánto gastaron.
“Al 31 de diciembre de 2024 la dotación de personal del consolidado de empresas públicas no financieras asciende a 79.209 mientras que al 31 de diciembre de 2023, la dotación de personal era de 92.0582, dice el documento público. A su vez, reconoció que la Secretaría de Transporte instruyó a partir del 1° de octubre de 2024, la transferencia de los trabajadores de la empresa Desarrollo de Capital Humano Ferroviario a Ferrocarriles Argentinos.
El año pasado se anunció algo así como el “se cierra” de campaña. Actualmente, la empresa solo tiene 3 empleados, pero una pequeña trampa. En agosto pasado, ese número era 860 y se redujo a 470, retiro voluntario mediante. Dos meses después, en diciembre de 2024, ya eran tres en la empresa. Casualidad o no, otra de las compañías públicas de trenes, Ferrocarriles Argentinos pasó de 89 a 507 empleados. Cambió el empleador, pero aquellos poco más de 400 siguen entre los vagones y los rieles que paga el Estado.
Cuando se pone la lupa sobre esos 2000 millones de dólares de déficit, la explicación se posa en dos lugares. El primero, Enarsa, la compañía eléctrica mayorista que se utiliza para pagar la importación de energía y para la financiación de grandes obras eléctricas como los gasoductos o las centrales que se construyen en Santa Cruz, por caso. La importación de energía es una de las facturas más grandes de subsidios a la electricidad se cuenta dentro de ese número. Enarsa explica la mitad del déficit de todas las empresas públicas con un cheque de alrededor de 1002 millones de dólares entre enero y diciembre de 2024.
La otra gran protagonista es la Operadora Ferroviaria que necesito auxilio financiero para sus gastos operativos por 750.000 millones de pesos. La firma, que es la encargada de correr todos los trenes que circulan en en el país tuvo un subsidio diario de US$2 millones. Para ponerlo en perspectiva, en aquellos años de Carlos Menem y su ola privatizadora, el debate público era cómo podía ser que los trenes perdieran US$1 millón cada 24 horas. Tres décadas después, y con una red ferroviaria muy pequeña respecto de las prestaciones que tenían entonces, los trenes pierden el doble de dinero por día. La diferencia es que no hay ningún debate abierto sobre ese monto ese dinero y ese servicio.
El mundo ferroviario es, quizás, uno de los sectores con menos definiciones respecto del futuro. Enlo que va la gestión de Milei, la empresa va por su segundo presidente y las propuestas respecto del destino ferroviario argentino no se conocen. Formalmente el área está dentro del Ministerio de Economía que maneja Luis Caputo y debajo de él, en manos del secretario de Transporte, Franco Mogetta. Nadie explicó jamás qué pasará con los ferrocarriles argentinos.
Entre las que ganan plata se encuentra NASA, Nucleoeléctrica Argentina, una empresa generadora de energía eléctrica, operadora de las centrales nucleares y encargada de la gestión de los proyectos nucleares del país. La firma tuvo un resultado operativo positivo de $176.000 millones. En este lote también se cuentan Aguas y Saneamiento (AySA), con $44.421 millones; ARSAT, con $14.498 millones, y Corredores Viales, con $2641 millones.
Por ahora, los planes privatizadores del Gobierno no se muestran muy activos, y el destino de muchas de las empresas, tampoco se ve claro. De hecho, en los últimos días se decidió la intervención de Corredores Viales, una empresa que sobre fin de año ya había equilibrado sus gastos operativos. El Gobierno explicó la decisión la necesidad de acelerar el proceso para que las rutas nacionales terminen en manos privadas.
Este número de subsidios totales tiene una particularidad, salvo el caso de Enarsa. Dentro de las transferencias que le hace el Estado hay una pequeña porción que es para inversión; el resto, es un aporte que se hace básicamente para gastos operativos. Es decir, para funcionar y pagar sueldos pero sin ninguna posibilidad de inversión.
Aerolíneas Argentinas tuvo una inyección de subsidios de $57.000 millones. La explicación de la baja de subsidios está en la bicicleta aérea que la compañía hace con la venta de pasajes.
Cuando Sergio Massa era Ministro de Economía, los jóvenes adultos de La Cámpora que manejaban la empresa aérea le pidieron un favor: la firma de una resolución del Banco Central mediante la cual pudieran liquidar los dólares de sus ventas en el exterior al mercado electrónico.
Massa accedió y de esa manera la empresa se benefició como nadie de la brecha cambiaria. Lo que vendía en el exterior se liquidaba a valores de $1000, mientras que los dólares que se necesitaban para pagar, por ejemplo, el leasing de los aviones, se compraban al Banco Central al dólar oficial. Para recordar, cuando el electrónico estaba en $1000, el oficial rondaba los $450.
Esa norma se mantuvo y la actual administración la potenció ¿Cómo hizo? Gran parte de los que de lo que los argentinos compran a la línea aérea en el país se factura en Uruguay. Ese dinero se liquida en el mercado electrónico, mientras que las facturas de cancelación en dólares se pagan con el oficial. La operatoria no es ilegal pero podría encuadrarse en algún delito impositivo. En Aerolíneas festejan la brecha cambiaria, los beneficia como a pocos. Pese a sacarle al Central dólares baratos, igual necesitaron que el Estado les deposite $57.000 millones en 2024. Si la brecha sube, necesitarán menos para este año.
Una más: Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT) necesitó $84.267,7 millones para operar y pagar sueldos en 2024. En este tiempo tuvo ingreso por ventas de carbón: sumaron $383,1 millones.