Misiones
La serie del momento
La adolescencia en foco
Una serie inglesa, seis capítulos breves y la certeza de que algo de lo que pasa ahí sigue latiendo después de que se apagan las pantallas. Adolescencia, disponible en Netflix, no pretende grandes revelaciones ni tramas espectaculares: lo suyo es la incomodidad y con ese valor, se convirtió en furor y en eje de análisis. ¿Hay más violencia entre los adolescentes de hoy? ¿Cómo les afecta la exposición a las redes sociales? Las familias se llenaron de interrogantes a la vez que encontraron empatía en los personajes de la serie del momento.
En esa línea, la psicóloga Nerea Acosta -que trabaja hace años en espacios de escucha y acompañamiento adolescente- estima que la serie nos permite tener otro punto de vista de las cosas. “Está buena porque aborda cada sistema, el sistema familiar, el sistema educativo, el sistema de la fuerza de seguridad, cómo va abordando el caso, que si bien lo aborda como que es un niño, también desde el lado de una persona culpable, entonces eso choca porque en nuestra sociedad una persona de 13 años no se la juzga por un homicidio, un femicidio”, arrancó diciendo la psicóloga.
La historia, sin golpes bajos, expone la vida de un adolescente acusado de un crimen y el mundo que lo rodea: su madre, sus docentes, sus vínculos, los silencios de la escuela y las fallas de la contención estatal.
Una de las escenas más potentes es el encuentro entre el chico acusado del crimen y una psicóloga. «En ese capítulo se ve cómo la psicóloga parece intimidada incluso por el adolescente», reflexionó Acosta en diálogo con Radioactiva. «Ella no le pudo ver como un adolescente de 13 años, lo vio como una persona que la estaba intimidando por solo el hecho de ser mujer. Todo el tiempo él le marca que con el otro psicólogo se sentía más cómodo, como diciendo que con ella no, por ser mujer», detalló.

Ese punto es clave en la interpretación que propone Nerea: el personaje, aunque tiene 13 años, no es ajeno a la misoginia de los discursos adultos. «Ese niño está replicando actitudes de una sociedad que hoy es misógina. Hay grupos de hombres que tienen blogs donde explican cómo maltratar a una mujer. Ese chico es fruto de una sociedad superviolenta. Si bien es culpable, es una punta de lanza que muchos hombres en esos grupos fabrican», sumó.
Pero la violencia no es solo la explícita. También está la que se oculta en las omisiones o en los vínculos que no llegan a tiempo. «Ese chico, si bien se ve que la familia no es violenta ni disfuncional, tiene una falta de límites», señaló Acosta.
«Como padres, muchas veces creemos que si están en casa están seguros, entonces no les marcamos ciertos límites. Pero hoy los adolescentes están pidiendo otros límites: los del cuidado», agregó.
En ese sentido, advirtió que «el adolescente está muy solo porque no sabemos poner esas barreras, y nos están pidiendo a gritos que como adultos se las pongamos». El aislamiento, sumado al uso constante de pantallas, habilita otras formas de violencia.
«Antes el bullying tenía otros nombres, pero existía. El tema es que hoy con las redes no termina nunca. Los chicos siguen en las redes y ahí también se fomenta el bullying. A veces creemos que porque hay mucha gente hablando con nuestro hijo es sociable, y en realidad le están haciendo bullying», graficó la especialista.
Por eso insiste en el rol activo que deben tener los adultos. «Lo que trabajamos con las familias es, primero, fomentar el diálogo desde chicos. Incluso cuando está en esa etapa de oposición natural, que es la adolescencia, igual hay que buscar momentos de calidad, como salir a caminar o tomar un helado. No importa lo económico, lo que falta hoy en el mundo es tiempo», entendió.
Acosta también apuntó contra la falta de contención institucional. «En la serie se muestra muy bien el abandono del sistema educativo. Si bien hoy hay cosas buenas, como la ESI, eso se está perdiendo. No hay equipos que acompañen estas situaciones en las escuelas».
Y recordó casos reales en Misiones que marcaron un antes y un después, como las denuncias de acoso en el Instituto Roque González, de Posadas.
Finalmente, remarcó la importancia de que los adultos se actualicen. «Hay muchos que no sabían qué eran los incels y empezaron a googlear después de ver la serie. Nosotros no crecimos con esta información tan al alcance», marcó. En resumen, planteó que la serie viene a generar como una suerte de choque y un impacto muy fuerte, con las que lo han visto y que considera ideal como para ver en el aula.
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