El viernes pasado, después del paro general de la CGT, el Gobierno, en su rol de empleador, les propuso a los dos gremios estatales un incremento salarial de 1,3% mensual para marzo, abril y mayo, más un bono de $45.000 a liquidar con los sueldos de mayo. La negociación paritaria se dio antes del anuncio oficial sobre la salida del cepo cambiario, que derivó en remarcaciones de precios, y previo a conocerse el dato de inflación de marzo, que registró 3,7%.
La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) rechazó la propuesta de los enviados de Javier Mieli y firmó en disidencia, mientras que UPCN, que es el mayoritario, la aceptó. Sin embargo, UPCN, que está a cargo de Andrés Rodríguez, una suerte de número tres en el escalafón jerárquico de la CGT, objetó el acuerdo cinco días después y reclamó la reapertura de la negociación.
“Frente a este escenario, resulta indispensable y urgente revisar y actualizar los salarios acordados, para garantizar el poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras del Estado”, sostuvo UPCN en un comunicado difundido ayer.
En su mensaje, UPCN advirtió también sobre las consecuencias de la devaluación de la moneda nacional y señaló que las recientes medidas económicas requieren una revisión “urgente” de la política salarial vigente para evitar una pérdida irreversible del poder adquisitivo.
La paritaria de la Administración Pública Nacional abarca el periodo desde junio 2024 a mayo 2025. En ese plazo, el aumento alcanzó un 20,8%, por debajo de lo que fueron los registros inflacionarios.
Por la caída del poder de compra de los salarios, ATE convocó a protestas y medidas de fuerza para el miércoles próximo.
“No le podemos dar tregua a un Gobierno que está perdiendo el consenso social. El daño que nos causaron a los estatales con la complicidad de otro sindicato en la última paritaria es irreparable. Tenemos que multiplicar las protestas en todos los sectores para rechazar la posibilidad que se siga recortando en el Estado y convocar a seguir afiliándose a ATE. Necesitamos ser mayoría en el Estado Nacional para impedir el fraude en las paritarias”, indico Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE Nacional.
Aguiar integra la CTA y es un crítico de la CGT. Mientras que Rodríguez es un jerárquico de la CGT y suele tomar distancia de las jornadas de lucha que activa ATE.
El panorama salarial, sector por sector
A contramano de las afirmaciones del presidente Javier Milei, que insistió en que los salarios le están ganando a la inflación, un informe de la CTA Autónoma (CTA-A) basado en datos oficiales refleja que las paritarias perdieron hasta casi un 7% con respecto a la suba de los precios durante el primer trimestre del año. Es decir, una caída del salario real.
El relevamiento del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de marzo, que fue de 3,7%, alteró los planes del Gobierno de limitar los aumentos salariales entre el 1 y el 1,5% por mes. La inflación de febrero, que fue levemente superior a la de enero (2,4$ contra 2,2%) ya había anticipado las dificultades de la estrategia oficial, articulada desde el Ministerio de Economía, a cargo de Luis Caputo, y ejecutada por el secretario de Trabajo, Julio Cordero, que apiló en su despacho convenios sin homologar a la espera de un aval desde Hacienda.
De acuerdo al informe elaborado por el Instituto de Estudios y Formación de la CTA, los dos sectores que más perdieron son el personal de casas particulares (-6,8%) y los empleados judiciales nacionales (-6,2), que están en conflicto, con paros y asambleas. La paritaria del personal doméstico es diferente a otras porque participa el Estado como miembro de la Comisión Nacional de Trabajo en Casas Particulares y los referentes patronales no son directos, como ocurre con otros rubros.
En un segundo escalón de perdedores hay varios gremios grandes que perdieron ante la suba de la inflación. Con caídas de 4,6 a 3,9% se encuentran por ejemplo textiles, Sanidad (en el acuerdo con las clínicas), Alimentación, administración pública nacional y metalúrgicos. También registraron una pérdida los sindicatos más representativos, como Comercio (-3,1%), Camioneros (-1,9%), Construcción (-1,6%).
El Sindicato de Empleados de Comercio, el más numeroso del país, denunció una fuerte intromisión del Gobierno en el control de las paritarias y advirtió sobre “remarcaciones [de precios] diarias” en los supermercados. Lo curioso de esta acusación es que surgió de Armando Cavalieri, un dirigente gremial que tendió puentes con la gestión libertaria y que suele evitar el conflicto.