Francisco tiene varias conexiones con Misiones. Una de ellas fue el inicio del ciclo lectivo del 2014. El Papa Francisco emocionó a todos en la Escuela 369 de Ameghino. «Hola, buen día. ¿Cómo están todos ahí en la escuela?», fue el saludo cordial y desprovisto de todo protocolo. Su voz llegó nítida, a través del parlante amplificado de un celular, desde su residencia en Roma, hasta la Escuela 369 ‘Pioneros de Misiones’, de la localidad de Florentino Ameghino.
En un gesto más de su conocida sencillez, el Sumo Pontífice de la Iglesia Católica tomó contacto directo con la humilde comunidad de un paraje del interior misionero, situado a 30 kilómetros de Oberá, para inaugurar el ciclo lectivo 2014 y las mejoras edilicias del establecimiento.
El contacto entre Francisco y la escuela surgió en el marco de la Red de Escuelas para el Encuentro, lanzada por el Papa en agosto de 2013 -con el partido entre Argentina e Italia- y con el aporte del Sindicato de Mecánicos y Afines de Transporte (Smata), gremio que apadrinó una importante refacción de las instalaciones.
Luego de eso y en silencio, Francisco siguió ayudando a la humilde escuela de la zona Centro, donde hay una placa medio gastada que aún lo recuerda.
«Cuando pedí hablar conmigo no lo podía creer. Fue una emoción muy grande, inolvidable para mí y para todos los que estuvimos. Creo que a todos lagrimearon de la emoción al escuchar la voz del Papa y su bendición», recordó la docente Karina Barczuk, quien aún da clases en la misma escuela.
Barczuk todavía recuerda que el Sumo Pontífice relegó su descanso para poder comunicarse con un puñado de misioneros tierra adentro. “Su secretario comentó que el Papa le pidió que lo despierte media hora antes de la siesta para poder hablar con nosotros”, detalló la docente.
La docente recordó que habló con Nahuel Rodríguez, un pequeño niño de 11 años que meses antes le había escrito una carta. “Gracias, papá Francisco, por lo que hizo en nuestra escuela”, le dijo el niño. Con su humildad, el Papa respondió: “Gracias a ustedes por lo que hacen por el país”, y después les dio la bendición, lo que provocó una gran emoción en todos los presentes.
La Escuela 369 está situada en una zona donde confluyen iglesias de diferentes credos: familias evangélicas, sabatistas y católicas. Todos conviven en armonía y pese al paso del tiempo todos aún recuerdan aquella comunicación del Papa.
“Todos recibimos con mucha tristeza la noticia de su muerte, él seguía mandando cosas para la escuela”, reflexionó Barczuk.
Francisco eterno
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